La Vanguardia

Un águila

- SERGIO HEREDIA Barcelona

El domingo, nueve exsaltador­es españoles se sentaban ante el televisor. La imagen es un clásico. Se habían reunido en La Cerdanya. Esos encuentros se repiten desde hace años, acaso dos décadas. Llegan las Navidades, los exsaltador­es se citan. Y así, entre cafés, recuperan los viejos tiempos.

Pero no perdamos el hilo.

Nuestros ex saltadores estaban en el hotel Moixeró, en Prats i Sansor, al pie de las pistas de Masella y La Molina. Se habían sentado ante el televisor porque estaban siguiendo el desarrollo de los Cuatro Trampoline­s. El domingo, el circo se había desplazado a Bischofsho­fen, en Austria. Última parada del trofeo de los Cuatro Trampoline­s. Silencio durante la suspensión.

En el aire, Kamil Stoch (30).

Desde sus asientos, vieron cómo el polaco volaba. Volaba hacia la victoria, de nuevo. Como un águila. La cuarta victoria consecutiv­a en el cuarto concurso de estos Cuatro Trampoline­s. Todos los saltos que se han celebrado en este periodo navideño.

Algo así no ocurría desde el 2002, en los tiempos de Sven Hannavald.

Y alguien, ante el televisor en el hotel Moixeró, dijo:

–Pero ¿cómo puede ser...?

–¿A qué se refiere? – le pregunto a Bernat Solà (52)–. ¿Cuál es el hecho novedoso?

Desde el otro lado de la línea, Solà guarda silencio por unos segundos. Es un saltador con tablas. Fue olímpico en Sarajevo’84 y Calgary’88.

Aquellos eran los tiempos en los que España contaba con saltadores de talla olímpica. Algo imposible. Al menos, por ahora.

Desde mediados de los noventa, no hay saltadores de nuestro país. Hoy no queda una sola rampa de saltos en España. Ninguna en buenas condicione­s.

–Al ver a Stoch, las viejas glorias decidimos abrir un debate. Vamos a ver: cuando te asomas a la nariz de la rampa, te pueden pasar dos cosas. Que ganes mucha altura y caigas como una piedra. O que ganes poca altura y aterrices muy pronto por falta de margen. Pero en el caso de Stoch, no pasa ni lo uno ni lo otro. Stoch fue capaz de ganar mucha altura y seguir planeando. Viendo eso es cuando nos preguntába­mos: ‘¿Cómo es posible?’.

–¿Y cuál fue su conclusión?

–La clave está en su morfología. Stoch es ligero, tanto como Matti Nykaenen, ¿se acuerda de él?

Más o menos, pero hay que bucear en la hemeroteca.

En los años ochenta, Nykaenen marcó una época. Era capaz de abrir un abismo de diez metros de margen ante sus adversario­s. En Calgary’88 lo ganó todo. Por supuesto, aquel año también se apuntaba los Cuatro Trampoline­s.

–En mis tiempos, Nykaenen era Dios. Hasta que llegó el estilo uve –dice Solà.

Se refiere a la posición de los esquíes, invención que Jan Boklov patentaba a finales de aquella misma década.

Al abrir las palancas, colocándol­as en forma de uve durante el vuelo, Boklov ganaba sustentaci­ón y, sobre todo, planeo.

Hoy, todos los especialis­tas vuelan en uve. Fue aquella una técnica innovadora, más o menos como el fosbury en el salto de altura, técnica de los años sesenta.

–¿Y cuál es la morfología específica de Kamil Stoch? –vuelvo con el asunto.

–Antes, los saltadores éramos más pesados. Luego, se comprobó que la ligereza beneficiab­a al planeo. El saltador es como un pájaro. Cuanto más ligero, más se suspende en el aire. No crea, en su día hubo polémicas con el asunto. Se entendió que algunos saltadores eran anoréxicos. Se establecie­ron unos límites médicos de grasa corporal. En fin, Stoch es más ligero. Y además, tiene las piernas más largas: en el impulso, la línea de vuelo la marca la cadera.

–Será más ligero, pero se supone que pesa más que sus rivales, más jóvenes: Stoch suma treinta años –apunto.

–Con una buena dieta, no tiene por qué engordar un gramo. Hay un japonés de 44 años que sigue saltando. Hay quien sigue haciendo maravillas a los noventa años, mientras otros a esas alturas van con bastón. La genética también hace...

–Ya, pero una caída a los treinta años tendrá más repercusio­nes que a los 18...

–Conforme vas cogiendo experienci­a, aprendes a caer. Y te anticipas a lo que pueda pasar.

LA MORFOLOGÍA

“Stoch es ligero, como lo era Nykaenen, pero además, tiene las piernas especialme­nte largas”

“¿Cómo puede ser que Stoch coja tanta altura

y siga planeando?”, se pregunta Bernat Solà,

saltador español de los años ochenta

EL VACÍO

Desde mediados de los años noventa, no hay un solo especialis­ta en nuestro país

 ?? STANKO GRUDEN/AGENCE ZOOM / GETTY ?? Vuelo Kamil Stoch vuela hacia la victoria en Bischofsho­fen (Austria), el domingo: el saltador polaco se adjudicó las cuatro pruebas
del año
STANKO GRUDEN/AGENCE ZOOM / GETTY Vuelo Kamil Stoch vuela hacia la victoria en Bischofsho­fen (Austria), el domingo: el saltador polaco se adjudicó las cuatro pruebas del año

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