Bulgaria pide turno
El país más pobre y más corrupto de la UE asume la presidencia rotatoria del club
Pese a tener el salario más bajo de la UE y graves problemas de corrupción y delincuencia, Bulgaria quiere entrar en la zona Schengen y el euro, para lo cual tratará de aprovechar sus seis meses de presidencia del Consejo de la Unión.
Aunque con menos atribuciones y menos brillo que en el pasado, ostentar la presidencia de turno del Consejo de la UE es una oportunidad de oro para cualquier país para presentarse al mundo y proyectar su mejor cara. Bulgaria, que acaba de asumir esta responsabilidad por primera vez desde su ingreso en el club en el 2007, tiene ante sí un reto formidable. El objetivo de su Gobierno, aprovechar el semestre para quitarse de encima estigmas y reclamar el lugar del país en la zona Schengen y la zona euro.
Bulgaria no es sólo el Estado miembro más pobre de la Unión (el sueldo medio ronda los 500 euros, frente a los 2.200 de España) sino también –porque suele ir de la mano– el más corrupto, según Transparencia Internacional. Padece además un grave problema de crimen organizado que pesa como una losa sobre las aspiraciones del país.
Aunque tanto Bulgaria como Rumanía cumplen los criterios técnicos para formar parte de la zona Schengen, Alemania y Holanda, entre otros, han frenado su acceso durante años por razones políticas. No se fían. El primer ministro Boyko Borissov planea dar la batalla y llevar en febrero a su homólogo holandés, Mark Rutte, a la frontera de Bulgaria con Turquía “para que vea lo bien protegida que está. No hay otra en Schengen mejor protegida que la nuestra. (...) No nos merecemos esto”, denunció Borissov, miembro de la familia conservadora europea, que en la época soviética trabajó como guardaespaldas.
El Gobierno búlgaro ha anunciado que en los próximos seis meses solicitará el ingreso en el mecanismo de tipos de cambio del euro, la antesala de la adopción de la divisa. Tampoco en este caso está claro que la respuesta vaya a ser positiva, dada la enorme brecha existente en la economía real. “Hemos hecho los deberes (...), podemos entrar en cualquier momento”, dijo Borissov ante la prensa, recordando que el tipo de cambio de la moneda búlgara llega 20 años ligado al euro y el país tiene déficit cero y una de las menores deudas públicas de la Unión.
“Vuestro lugar está en Europa, en Schengen y el euro”, le respondió el presidente del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker. “Trabajaremos en esa dirección. La Comisión Europea estará del lado de Bulgaria”, añadió, en referencia a la frialdad que estas aspiraciones suscitan en otros países de la UE. “Hay un problema de corrupción en el país pero no es cierto que esté corrupto de arriba abajo”, añadió Juncker, aunque sus propios informes advierten de su gravedad.
La llegada de la comitiva europea al país coincidió con el asesinato a plena luz del día, en Sofía, de un empresario víctima de un ajuste de
El día antes de la llegada de la delegación europea, un empresario fue asesinado a plena luz del día en Sofía
cuentas. Al igual que Rumanía, Bulgaria está sometida a un mecanismo de verificación especial desde su entrada en la UE para la puesta en marcha de reformas contra la corrupción y el crimen organizado, un control inédito impuesto tras constatar con la gran ampliación al Este del 2004 que el afán reformista de los países se agotaba tan pronto como entraban en el club. El trabajo no está terminado. El Parlamento búlgaro rechazó ayer el veto del presidente, Rumen Radev, a la fusión en una institución de varios organismos, una ley recomendada por Bruselas pero que según la oposición en su forma actual dificultará la lucha contra la corrupción.
La presidencia europea es también un escaparate para las demandas de la calle. Cientos de personas se manifestaron ayer en la capital búlgara para pedir mejores salarios, en el caso de los policías, “contra la mafia” y contra la pasividad oficial hacia la violencia machista. El Gobierno no ha ratificado aún el Convenio de Estambul por la oposición de sus socios de coalición, los ultranacionalistas de Patriotas Unidos.