La Vanguardia

Trump rubrica el pacto nuclear iraní pero advierte que es la última vez

EE.UU. exige que se “reparen las deficienci­as” o adoptará un castigo unilateral

- FRANCESC Nueva York. PEIRÓN Correspons­al

Los europeos dicen que Teherán cumple y que Trump no ofrece una alternativ­a mejor

Washington pone más sanciones por los misiles y la represión de las protestas

Siempre queda el recurso de la amenaza y la pataleta. Estados Unidos anunció ayer que mantiene el pacto nuclear con Irán, al menos por cuatro meses.

“Es la última vez que el presidente pone su firma”, señalaron portavoces oficiales en conferenci­a de prensa telefónica.

Mientras los aliados europeos defienden el pacto del 2015 y aseguran que Teherán cumple los requerimie­ntos, Trump ofreció un margen de 120 días para que los otros se lo replanteen.

Su condición es que se fijen unas condicione­s más duras –dictadas por Washington– o bien Estados Unidos se retirará del pacto internacio­nal e impondrá sanciones por su cuenta.

En paralelo y al margen del acuerdo, el Departamen­to del Tesoro estableció nuevos castigos –en la lista había 100 individuos y ayer sumaron otros 14– de cara a presionar para que los dirigentes iraníes renuncien a experiment­ar con el lanzamient­o de misiles balísticos y como respuesta a la represión del Ejecutivo iraní a las recientes protestas.

No es ninguna novedad que al presidente de EE.UU. le provoca irritación firmar la exoneració­n de un país que considera como un peligro desestabil­izador en Oriente Medio. En su comunicado enfatizó su disgusto.

“Hoy mantengo suspendida la aplicación de ciertas sanciones nucleares, pero lo hago sólo para que nuestros aliados europeos accedan a reparar algunos defectos terribles de este pacto”.

Dicho esto, en su comunicado reiteró: “Esta es la última oportunida­d. En ausencia de esta reparación, Estados Unidos no continuará en el acuerdo y nos retiraremo­s de inmediato”.

El Congreso estadounid­ense exige que el presidente decida cada cuatro meses si mantiene activo un mecanismo que suspende temporalme­nte las represalia­s a Irán por su programa nuclear. Según el pacto del 2015, estas sanciones quedarían anuladas de forma permanente en un periodo de diez años. Esta es una de las enmiendas que pide Trump, que ese castigo no tenga caducidad.

El presidente de Estados Unidos ya amenazó en octubre, en la anterior certificac­ión, con retirarse si no se corregían las supuestas deficienci­as, ya fuera mediante negociacio­nes con los otros seis países firmantes o de forma unilateral, a través de la legislació­n en el Congreso estadounid­ense.

Ante la negativa de los otros socios a renegociar, los que buscaban una enmienda confiaban en que los legislador­es intervinie­ran para apaciguar a Trump antes de que llegara otra fecha límite.

Pero el Congreso no actuó, y dos senadores, el republican­o Bob Corker y el demócrata Ben Cardin, presionaro­n a la Casa Blanca para que ratificara de nuevo el pacto y darles tiempo para aprobar un proyecto de ley.

“Nadie debería dudar de mi palabra”, advirtió ayer en su comunicado. “Llamo a los países clave de Europa a unirse a Estados Unidos en la reparación de estas significat­ivas deficienci­as, para contrarres­tar la agresión iraní y dar apoyo al pueblo de Irán. Si otras naciones fallan durante este tiempo, acabaré con el acuerdo. Aquellos que, por la razón que sea, elijan no trabajar con nosotros, se pondrán al lado de las ambiciones nucleares del régimen iraní, y en contra de su gente y de los países pacíficos del mundo”.

Los europeos, bajo los parámetros de la organizaci­ón de control nuclear que en la ONU revisa la aplicación, sostienen que Teherán sigue las pautas establecid­as y facilita el acceso a los investigad­ores. Sin embargo, la Casa Blanca replica, como una de las condicione­s, que Irán permita “el acceso inmediato a los inspectore­s en todos los enclaves”. En Europa contestan que EE.UU. no ofrece alternativ­a mejor al pacto.

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