Duterte anuncia una oleada de purgas anticorrupción en Filipinas
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, volvió a mostrar en la noche del jueves su voluntad de imponer la justicia a cualquier precio. En un discurso pronunciado en Manila anunció el inicio de una campaña anticorrupción en los organismos públicos, la policía y las fuerzas armadas del país. Una iniciativa que calificó como una nueva olea de purgas.
“Esto es realmente un régimen de depuración”, afirmó el polémico presidente filipino durante su intervención en la sede de Amusement and Gaming Corporation, el organismo que regula el sector del juego en Filipinas. Con esta expresión Duterte definió su intención de destituir en los próximos días al máximo responsable de una agencia estatal , a tres generales del ejército y a entre 50 y 70 responsables policiales, según la transcripción de su discurso distribuida por el palacio presidencial.
El presidente Rodrigo Duterte, que a pesar de sus expeditivas formas de gobernar goza del apoyo de más del 80% de la población, indicó que dedicará los próximos días a “limpiar de corrupción” su Gobierno. Tarea que considera imprescindible porque dijo que no puede consentir que existan casos de soborno que salpiquen a su Gobierno, ni que los miembros de la policía cometan secuestros ni extorsionen a la gente.
“Saben que no soy un santo, y que también tengo fallos en mi vida, pero la corrupción nunca ha sido realmente un problema para mí. Estoy en la etapa de destituir gente”, señaló Duterte, quien agregó que podría pasarse los cuatro años restantes de su mandato limpiando el país de corruptos, según la prensa local.
El líder filipino anunció el jueves que iba a apretar el acelerador de la lucha anticorrupción, pero en realidad la ofensiva ya la había desencadenado hace algún tiempo. Duterte ya ha cesado a varios altos cargos de su administración por haber aceptado supuestamente sobornos, entre los que se encontrarían su exministro del Interior Ismael Sueno, y el exdirector del Consejo de Drogas Peligrosas Dionisio Santiago. Y también destituyó de su cargo como administrador de la Autoridad Marítima a Marcial Amaro III, en este caso por haber llevado a cabo viajes al extranjero innecesarios, según la prensa local.
Además de estos altos responsables, Rodrigo Duterte también apartó en dos ocasiones a los cuerpos de policía de la guerra antidrogas, tras estallar varios escándalos de corrupción. Unas denuncias que impulsaron al líder filipino a castigar a decenas de agentes del orden implicados en esta campaña contra el narcotráfico, que se cobró la vida de más de 7.000 personas.