ERC y la CUP piden alternativas a la candidatura única de Puigdemont
Los dos grupos reclaman superar el debate nominal y centrarse en el futuro Govern
El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, insistió ayer en que su partido hara todo lo posible para restituir a Carles Puigdemont al frente de la Generalitat, pero advirtió que “todo el mundo es necesario pero nadie es imprescindible” en el proceso de constitución del nuevo Govern, que calificó de “republicano”.
La advertencia de Tardà puede interpretarse como un aviso dirigido a Junts per Catalunya en el sentido de que el objetivo de volver a situar a Carles Puigdemont al frente del gobierno catalán no puede condicionarlo todo.
“Lo prioritario ahora –advirtió Tardà en una entrevista concedida a TV3– es que haya un Govern independentista que traslade la voluntad popular expresada el 21-D”. “Nunca habíamos llegado
tan lejos, nunca habíamos sido tantos los independentistas, hemos llegado al pie de la montaña y nos falta alcanzar la cumbre”.
Tardà aseguró que la posición de su grupo es que Puigdemont “es y será el presidente legítimo de Catalunya, y Oriol Junqueras el vicepresidente legítimo de un gobierno que fue elegido democráticamente”, pero a renglón seguido advirtió: “Lo que no quiere decir que lo podamos conseguir”.
“Lo que nos urge ahora –añadió el diputado de ERC– es constituir el Parlament y tener un gobierno de progreso que recupere las instituciones del autogobierno y políticas sociales progresistas y comenzar a subir la montaña para llegar a la cumbre de la independencia”.
En este sentido recordó que la Generalitat “está en manos de (Mariano) Rajoy”. De ahí la urgencuenta
cia de recuperar el autogobierno en el que, subrayó, “me es igual quien esté”, pero que “debe recuperar las instituciones y hacer políticas de progreso para construir la República”. Para Tardà, la eventualidad de no poder formar un Govern independentista con JxCat “sería un suicidio político, (por el que ) nos tendrían que meter en prisión”.
El bloque independentista con mayoría en el nuevo Parlament, 70 escaños. Ocho de estos diputados, sin embargo, pueden ver comprometido su derecho a voto: los cinco electos de Bruselas y los tres que están en la cárcel, de modo que la suma real es de 62. No obstante, la decisión de ayer del juez Pablo Llanera hace factible que tres de ellos puedan delegar su voto al haber recibido la consideración de “incapacitados” legales, con los que quedan garantizados 65 votos. Queda por ver qué ocurrirá con los cinco diputados electos que siguen de Bruselas.
A vueltas con la investidura, la CUP también lanzó una advertencia de un tenor similar, pero dirigida por igual a Puigdemont y a ERC. La diputada electa del Parlament Maria Sirvent calificó de
La mayoría independentista cuenta con 70 electos, pero ahora sólo tiene asegurados 62 votos
“irresponsable” el debate nominalista suscitado entorno a la candidatura a la presidencia de la Generalitat sin que nadie haya dado todavía explicaciones sobre cuál es su programa y en qué consiste el acuerdo político que, al parecen, han alcanzado los republicanos y los partidarios de Carles Puigdemont para colocarle al frente del Govern.
Sirvent admitió en una entrevista concedida a Europa Press que la ausencia de Puigdemont podría ser un problema, y en consecuencia consideró que hay que buscar alternativas. Pero lo que más inquieta a la CUP sigue siendo para qué son todos estos acuerdos.
La diputada cupaire considera que las rencillas entre Junts per Catalunya y ERC podría poner en riesgo una mayoría independentista en la Mesa del Parlament y por eso pide a ambas fuerzas “responsabilidad en ese sentido”. “Es absolutamente ridículo que se estén todavía discutiendo por nombres por cosas de este estilo, cuando de lo que deberíamos estar hablando es de cosas como de qué forma implementaremos y materializaremos la república”. No obstante, inistió en que una mayoría independentista en la Mesa del Parlament “tampoco es garantía” de que se trabaje para desplegar la república, por lo que pidió un compromiso para materializarla.