Cs no reconocería a un presidente a distancia y el PSC no iría al debate
Ciudadanos no reconocerá a un president que no sea investido tal como recoge el reglamento del Parlament y que esté “huido de la justicia”. Y los socialistas catalanes no participarán en un debate de investidura que se haga de forma telemática y, de llevarse a cabo, lo impugnarán de inmediato ante el Tribunal Constitucional.
Son los mensajes que lanzaron ayer los líderes de las dos formaciones respectivamente, Inés Arrimadas y Miquel Iceta, que insistieron en la necesidad de que en la Cámara catalana se vuelva a hacer política. Una coincidencia que no evitó que la dirigente de Ciudadanos, ante la prensa, calificara de “error” el anuncio de Iceta –lo hizo en Catalunya Ràdio– de que su grupo abandonará el pleno si hay investidura telemática, ya que esto, a su juicio, es “adelantar pantallas”.
“No podemos aceptar que el Parlament esté una vez más al servicio de los independentistas, degradando todavía más las instituciones”, manifestó Arrimadas, que reiteró que su partido utilizará todos “los recursos jurídicos, políticos y democráticos” para evitar una investidura telemática o delegada, acudiendo, si es necesario al Tribunal Constitucional.
Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, puso hincapié que ya no sólo se trata de que haya un discurso telemático, o que una persona actúe como delegado del candidato de Junts per Catalunya Carles Puigdemont el día de la investidura, sino que de esta manera se elimina la posibilidad de cualquier debate. “Lo haremos desde casa”, ironizó el máximo dirigente de los socialistas catalanes.
“Los parlamentos no funcionan así, necesitamos un president que se presente y que gobierne desde Barcelona”, añadió Iceta, quien dijo que es “obvio” que, si se produce una investidura a distancia, el PSC la impugne ante el Tribunal Constitucional.
El primer secretario de los socialistas catalanes, de todas formas, se mostró convencido de que finalmente Puigdemont no se presentará a la investidura y se impondrá la idea entre los independentistas de que ni a ellos les conviene nombrar para cargos a personas que no pueden ejercerlos.
En este contexto, se refirió a la dimisión de Artur Mas de la presidencia del PDECat o la renuncia también de Carme Forcadell de seguir al frente del Parlament. “Si (los procesos judiciales) son un motivo para renunciar a presidir un partido o el Parlament, ¿no lo es para presidir la Generalitat?”, preguntó Iceta.