Si lo dice Gwyneth Paltrow
Ayer bajé al bar a tomar un cortado. El dueño me lo sirvió con un poco de espuma. Como días atrás descubrí que hay bares donde sirven el cappuccino con tu cara impresa (selfieccino, lo llaman) le dije que lo habría querido así: con mi careto. Calculaba que me contestaría que aún no había comprado el aparato que permite hacerlo, pero, en vez de eso, puso cara compungida y concluyó que el mundo cada vez está más loco. Hoy, cuando vaya –a media mañana un café siempre va bien para despertarse del todo– iré un paso más allá y se lo pediré en lavativa.
Si se me pone farruco le explicaré que, además de ser una actriz prestigiosa, Gwyneth Paltrow tiene una web muy chula que promociona productos que hacen las delicias de sus seguidores. Se llama Goop. El año pasado cantó las excelencias de los huevos de jade, ideales para metértelos en el yoni, que es como, en plan finolis, llaman a la vagina. En este caso, la argucia de marketing es que las reinas y las concubinas de la antigua China los usaban para “mantenerse en forma para los emperadores”. Como las habituales bolas chinas, vaya, pero más caras. Cuesta 55 euros cada uno (te puedes
El mundo del café se reinventa día a día y, por suerte o por desgracia, ya no hay quien lo pare
meter varios) y dan energía vital y sexual, desintoxican el espíritu, “intensifican la feminidad” y te hacen más atractiva a los ojos de los demás. Pas mal, escrito en la web de una mujer que hace un par de meses fue una de las que denunció a Harvey Weinstein por acoso sexual.
Pues este año el producto que Gwyneth Paltrow promociona es la lavativa de café; enema de café, si quieres ser refinado. Consiste en un kit que cuesta 115 euros. Es de cristal, con conectores de polifluoruro de vinilideno y un tubo de silicona para el ano. Tiene una bomba que permite introducir el líquido con poco esfuerzo y hacerlo llegar hasta áreas situadas más arriba del colon. Garantiza unos beneficios tremendos: alivia la depresión, la tensión nerviosa, los síntomas de alergia... Inmediatamente, los expertos han saltado: dicen que es una tontería, que el cuerpo se desintoxica solo y que tomar café por vía rectal no tiene ningún sentido. Sólo es necesario limpiar el recto cuando van a hacerte una colonoscopia, o si tienes que proceder al coito anal y eres quisquilloso y no quieres que de forma inesperada aparezcan restos no deseados. Los de la clínica Mayo –¿qué habría sido de nuestras vidas sin los veredictos de la clínica Mayo?– dicen que incluso es un peligro, porque puede provocar hinchazón, rampas, náuseas y vómitos. En la CBS una nutricionista se exclama: “Si tienes un hígado, tu cuerpo ya se deshace de las toxinas. No hay que hacer limpiezas de ningún tipo”.
En Facundo o civilización y barbarie en las pampas, Domingo Sarmiento, que fue presidente de Argentina, explica que, tras la independencia del país, como método disuasivo contra los disidentes políticos la policía usaba lavativas con pimienta y trementina. Por motivos obvios fueron muy criticadas en su época pero, si ahora Gwyneth Paltrow consiguiese encontrarles alguna ventaja y decidiera promocionarlas, la gente perdería el culo, con perdón, por ponérselas.