El cartel del carnaval de Terrassa: ¿violencia sexual o crítica política?
El Ayuntamiento y varias entidades piden su retirada por sexista
El autor del cartel ganador del carnaval de Terrassa, Xavi Suárez, poco se imaginaba el jueves por la tarde, durante la presentación pública de su obra, la tormenta de reproches que le iban a caer durante el día de ayer por ilustrar un dibujo que las críticas tachan de “machista, que banaliza la violencia sexual y cosifica a la mujer”.
Su pieza –una mujer desnuda que hace una peineta, con un antifaz amarillo y con tres manos de colores que le tapan los pechos y el pubis– ganó entre 13 carteles que se sometieron a una votación popular con 1.450 participantes, organizada por la Cofradía La Mascarada, responsable del carnaval.
Twitter canalizó la mayoría de las críticas. Diferentes entidades (Institut Català de la Dona, Arran –colectivo de jóvenes vinculados a la CUP–, Dones Juristes o Rudes Rebels de Terrassa) o la escritora y columnista de La Vanguardia Laura Freixas lamentaron que se perpetúe la violencia machista con imágenes como esta y exigieron su retirada. El gobierno de Terrassa, así como el Instituto de la Mujer, también pidieron a La Mascarada que considere la retirada del cartel “por la banalización de la violencia sexual implícita y la objetualización que se hace del cuerpo de las mujeres”, según el teniente de alcalde de Cultura, Amadeu Aguado. “Ni el humor, ni la sátira, y mucho menos la mera crítica política pueden servir de justificación para vulnerar estos derechos”, se argumentó desde el Instituto de la Mujer.
En las antípodas estuvo la explicación de Suárez del jueves. Su ilustración quería denunciar, explicó, la situación política catalana actual con un cartel titulado 155 sombras, aludiendo a la implantación del artículo 155 y el rechazo de las fuerzas constitucionalistas contra el procés catalán. El ganador mostraba a “una mujer luchadora, que se rebela frente a la opresión” a la que la tienen sometida tres manos (que juegan al tradicional piedra, papel, tijera). Cada una es de un color: azul para el PP, naranja para Ciutadans y rojo para el PSC, mientras que la mujer, desnuda, lleva una barretina azul en la cabeza, unos pendientes blancos de estrella (como el astro de la estelada) y un antifaz amarillo. El artista –que no es ilustrador profesional, pero que ya ha ganado dos veces el concurso– se sentía abatido al conocer el cariz que había tomado el asunto.
Igual de desconcertada estaba la presidenta de La Mascarada, Mireia Gabaldà, una entidad que organiza la 41 edición del carnaval entre el 8 y el 14 de febrero y que moviliza a 40 comparsas el día 10 y a 25 el 11. “Estamos afectados por cómo han ido las cosas porque el 90% de la organización somos mujeres. Condenamos cualquier violencia o abuso contra la mujer. Este cartel fue el más votado popularmente el 16 de diciembre. Y, precisamente, no era la que más nos gustaba por sus tintes políticos, pero, decidimos respetar la elección de la ciudadanía”, detalla. Gabaldà reconocía ayer que desde la entidad veían a la protagonista como “una mujer empoderada, firme y serena”, observó. Al cierre de esta edición, la dirección de La Mascarada se había reunido para decidir qué hacer.
El teniente de alcalde de Cultura argumentó que “aunque el Carnaval es un periodo transgresor por naturaleza, creemos que el mensaje que da el cartel es contrapuesto al objetivo de una sociedad igualitaria, y proyecta una imagen que no encaja con la ciudad feminista que somos”. El edil aclaró que “en cuanto a la lectura política que se pueda desprender, defendemos como siempre la libertad de expresión de la organización y de los artistas”.
El autor ve a “una mujer que se rebela a la opresión” de Cs, PSC y PP, representados por colores