La excepcionalidad del veterano ciclista francés de 106 años, Robert Marchand
Una fisiología excepcional y una vida sana hacen de Robert Marchand el ciclista más veterano
Un año después de haber conseguido el récord del mundo de la hora en su categoría de edad –de la que es el único deportista inscrito en la Unión Ciclista Internacional (UCI)–, el ciclista aficionado francés Robert Marchand, de 106 años, ha decidido dejar de dar pedales.
Robert Marchand nació en 1911 en Amiens, lo que le ha permitido conocer a 16 presidentes de la República francesa. Fue profesor de educación física y durante la Segunda Guerra Mundial perteneció a la Resistencia, se negó a dar clases a los hijos de los colaboracionistas nazis –por lo que fue encarcelado–, y también perdió a su esposa en 1943. Después, trabajó como conductor de camiones y criador de pollos en Venezuela además de leñador en Canadá. En Francia, fue campeón de gimnasia y hasta bombero en París. Pero nunca pudo dedicarse profesionalmente al ciclismo porque era demasiado bajo.
Se subió a una bicicleta por primera vez a los 14 años, después abandonó la práctica deportiva, que recuperó en 1978, con 67 años. Desde entonces, Marchand ha mantenido una rutina diaria –que haría las delicias de cualquier médico y de cualquier nutricionista– basada en no fumar, comer sobre todo fruta y verdura y algo de carne –pero en pocas cantidades–, algo de vino, y también va al gimnasio cada día para hacer estiramientos durante una hora y montar después en bicicleta estática.
Los fines de semana se une con sus compañeros del club, y en las pruebas de velocidad trata de mantener las pulsaciones a 110 latidos por minuto, mientras bebe agua con miel.
El caso de Robert Marchand es tan excepcional que el año pasado fue el protagonista de un estudio científico de la Universidad de Borgoña. El estudio concluyó que este hombre presentaba un deterioro asociado a la edad muy in- usual, de sólo un 8 por ciento por cada diez años en los últimos 60 de su vida. Eso y una fisiología excepcional, claro está, que le permitió a los 89 años recorrer los 600 kilómetros entre Burdeos y París, y también hacer una marca de 4 horas en los 100 kilómetros, cuando tenía 102 años.
Un caso tan fuera de lo común que la UCI se ha visto obligada a crear categorías de edad sólo para él, y de las que lógicamente Marchand ha sido el único competidor. En febrero de 2012, el ciclista recorrió 24,250 kilómetros para establecer un nuevo récord de la hora para el grupo de edad de 100 a 104
Los médicos le han prohibido que intente batir otra vez sus registros porque temen por su salud
años. Luego mejoró este récord al recorrer más de dos kilómetros más en el 2014. La última marca la consiguió en enero del 2017 cuando Marchand, que para entonces contaba 105 años, recorrió 22.547 kilómetros para establecer un nuevo récord de esta especialidad en la categoría de más de 105 años. Al terminar dijo que las piernas bien, pero que había sufrido un poco con los brazos, porque tiene reuma.
De hecho, la de Marchand no ha sido una retirada voluntaria: han sido los médicos los que le han obligado a abandonar la competición. “Sus doctores no quieren que siga haciendo estos esfuerzos”, dijo su amigo y vecino Christian Bouchard al periódico francés La
Marne. Por su parte Alain Gautheron, presidente de Cyclos Mytrians Club de Mitry Mory, del que Marchand es miembro, dijo que acometer más intentos de batir sus registros le “supondrían mucha presión y una gran demanda” de esfuerzo.
“Si pedalea, tiene que hacerlo de forma tranquila, por puro placer. Es más razonable”, añadió Gautheron, que explicó que Robert Marchand sí podrá continuar haciendo uso de su bicicleta estática en su casa en las afueras de París. Y es que a veces, sólo a veces, se le dispara la presión arterial hasta 18 o 20, y claro, “los médicos han dicho que eso no puede ser”, ha dicho el propio Marchand.
Obviamente el veterano ciclista se ha mostrado “triste porque la bicicleta era lo único que me interesaba”.
El pasado miércoles Robert Marchand llegó al final de etapa y dio las últimas pedaladas de su vida encima de una bicicleta con ruedas. Fue en el velódromo nacional de Saint Quentin en Yvelines, en París. Ese día también batió un récord. Fue el ciclista de más edad en correr por su pista. Fue el último. A menos que la UCI cree una categoría para la bicicleta estática.
A lo largo de su vida, este francés ha sido profesor de gimnasia, leñador en Canadá y bombero en París