Memoria emocional

El Sense ficció sobre el 1-O, dirigido por Lluís Arcarazo (TV3), no trata de una realidad aséptica con una voluntad objetiva sino que, sin engañar a nadie, ordena la energía y la adrenalina de un día realmente histórico (entre la multitud de días supuestamente históricos) y preserva su memoria emocional. No pude verlo el martes, sufrí el laconismo pseudomisterioso de la web de TV3, que insistía en que la situación del documental era de Emissió no disponible (llamé a TV3 y, con algo más de locuacidad, me repitieron lo mismo) y finalmente lo encontré en el inframundo sin fronteras de internet. Estructurado siguiendo la cronología de los hechos, desde la conspiración clandestina de las urnas hasta el balance del presidente Rajoy (el único político que aparece), pasando por una montaña rusa de incidentes, cargas policiales, guerra internáutica, perseverancia y dignidad colectiva, el documental no cuenta ni los precedentes, ni hace un retrato de los liderazgos o de los discrepantes sino que se centra en el compromiso, diverso, intergeneracional y difícilmente repetible en cualquier otro ámbito, de los más de dos millones de votantes que participaron.

Los audímetros sirven para contar espectadores. Pero intuyo que los litros de llantos y toneladas de rabia activados retrospectivamente el martes también debieron ser de récord. Que hubiera más votantes que espectadores juega a favor de la intención del reportaje, que no se esconde de sumarse a un discurso general de autoestima ni de incluir algunas escenas de entusiasmo, alegría y orgullo comunitario que podrían servir perfectamente para ilustrar una campaña política como un anuncio de empresa de seguros. Que no haya nuevas aportaciones informativas se debe a que TV3 ha sido exhaustivamente exhaustiva al analizar el 1-O y conocemos todos los detalles de la historia (los que han emergido, se entiende; los otros emergerán con el tiempo). La inclusión de testigos vip como el de Sílvia Bel parecen innecesarios pero recuerdan aquel anuncio institucional de la Generalitat del 2014 en el que, con el énfasis patriótico que tanto ha proliferado en los últimos años, Bel nos avisaba: “Ara, la història ens convoca”. En un tono más directo y eficaz, el Sense ficció sobre el 1-O ordena las emociones de aquella convocatoria con el aliciente de huir de la artificialidad propagandística y de recurrir a una subjetividad que, pese a ser de parte y tener una clara intención de denuncia, no traiciona el principio periodístico de explicar la realidad y, de paso, ennoblece el civismo anónimo de sus protagonistas.

El primer capítulo de Next of kin promete. Historia angustiosamente actual relacionada con el terrorismo y la islamofobia que empieza en Londres y acaba en Pakistán. La actriz protagonista es Archie Panjabi, la inolvidable Kalima de The good wife ,y el metraje inicial es perfecto: seis capítulos que reclaman una intensidad de atención y una fidelidad asumibles.