La musa deseada
Su última pareja es un Rothschild, mientras su hijo Dimitri se ha convertido en novio de Carlota de Mónaco
Con los parámetros de nuestros días, ¿existe acoso en las películas de Luis Buñuel o de James Bond? Quien sabe, aunque Carole Bouquet ha puesto la piel como musa de la pantalla en títulos tan opuestos como Ese oscuro objeto del deseo, del director español, y Sólo para sus ojos, del célebre espía británico. La actriz francesa inspira tanta timidez, frialdad o tristeza como una acusada belleza inocente, base de una elegancia y una fotogenia indiscutibles ante las cámaras. Últimamente ha vuelto al papel couché por la relación de su hijo Dimitri con Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco.
Bouquet nació en 1957 en Neuilly-sur-Seine, cerca de París. Sus padres se separaron y ella y su hermana fueron educadas por su padre, un hombre de pocas palabras que les inculcó los valores del mérito y la humildad. De mayor ha recordado la infancia no tanto como una etapa desafortunada sino fastidiosa. Estuvo en una escuela de monjas dominicas y aunque cursó rápido el bachillerato, fue expulsada de varios centros. Estudió filosofía en la Sorbona e ingresó en la Escuela Nacional de Teatro del Conservatorio de la capital. No completó los tres cursos de arte dramático porque pronto conoció a Buñuel. Tenía dieciocho años. A menudo se ha referido a aquella experiencia con el director, que entonces tenía 77 años, que le hablaba de la vida y leía a través de sus ojos de mujer joven. Muy distinta fue su participación como chica Bond al cabo de pocos años. Nunca dio valor a esta circunstancia, aunque el hecho de actuar junto a Roger Moore disparó su fama no tan sólo en Francia, sino en el extranjero.
La actriz había probado el mercado norteamericano en la película Blank generation con el artista punk Richard Hell. Andy Warhol también salía en la cinta. De nuevo en París, gracias a Jean-Luc Godard conoció y se casó después con el libanés Jean-Pierre Rassam, productor de filmes como La gran comilona, de Marco Ferreri, y Tess de Roman Polanski. Dimitri, hijo de Bouquet y Rassam, nació en 1982. Tras un largo periodo de adiciones, en 1985, Jean-Pierre se suicidó.
La vida sentimental de Bouquet no terminó aquí. Francis Giacobetti, un fotógrafo corso dieciocho años mayor, fue su siguiente pareja, y padre de su otro hijo, Louis, nacido en 1988. Después se casó con el médico Jacques Liebowitch, del que se divorció en 1996 para iniciar una larga relación con Gérard Depardieu. Juntos intervinieron en la película Demasiado bella para ti . La pareja vivió momentos agridulces hasta su separación en el 2005. Bouquet aprendió de él el placer de la buena mesa y el buen vino, pero también sufrió por su grave accidente de moto al conducir bebido, en el 2000, y por su delicada operación de corazón posterior.
Otros hechos envuelven como una leyenda la trayectoria de esta mujer. Fue un fetiche para Karl Lagerfeld, que puso su rostro a la marca Chanel 5, y quizá también se convirtió en objeto del deseo para François Mitterrand, que llegó a pincharle el teléfono, y para Nicolas Sarkozy. Hay también un pasado de Bouquet como actriz teatral. Interpretó textos de Racine en el pequeño pero prestigioso teatro parisino Les Bouffes du Nord, conocido por haber acogido al director británico Peter Brook.
Otros de sus filmes conocidos son Amor en tiempos de guerra (1997), de Claude Berri, No molestar, de Patrice Leconte (2014), y la reciente serie de televisión La mante (2017), de aire policiaco, en la que dio vida a una asesina en serie. Su última pareja es Philippe Sereys de Rothschild, heredero del reputado apellido, con quien suele acudir a actos públicos.
Posee viñedos en la isla italiana de Pantelleria, cerca de Sicilia, y pertenece a dos oenegés dedicadas a la defensa de los niños. Ahora, debido a que su hijo Dimitri se ha convertido en novio de Carlota de Mónaco, frecuenta desfiles de moda y eventos sociales en los que no es extraño verla junto a la princesa Carolina. Pese a su agitada vida, Bouquet ha vuelto a ocupar el trono de la actualidad.