El Madrid cae en casa ante el Villarreal (0-1) y agrava su crisis
Un Madrid en crisis vuelve a perder en casa tras una segunda parte nefasta
El Madrid no sabe escapar de la dinámica perdedora en que se ha metido. El Villarreal nunca había ganado en el Bernabeu y ayer lo hizo por fin de una forma muy parecida a la del Betis en las primeras jornadas, con una defensa impecable y una contra letal en los últimos minutos, cuando el Madrid ya estaba derrengado y parecía resignado al empate.
Con la Liga arruinada y el horizonte del PSG en la Champions dentro de un mes, el madridismo empieza ya a dar por descontada la temporada y ahora mismo todo huele a empezar a preparar un proyecto nuevo, donde lo único no cuestionado es el presidente. Lo demás está en entredicho, desde un Zidane que ha perdido su magia y se ve incapaz de enderezar la nave hasta una plantilla necesitada de una renovación a fondo, con las grandes estrellas ya amortizadas a pesar de estar todas renovadas por años.
Lo único que parece claro es que Zidane va a morir con la gente que le ha dado las dos Champions. No quiere cambiar de método ni de jugadores. Ante el Villarreal jugó con los mismos de siempre, el once de Cardiff con Bale y Nacho por los lesionados Benzema y Sergio Ramos.
Otra constante de la que el Madrid no sabe librarse es la de ir de más a menos, lo que dice muy poco de su condición física, una de las claves de su buen año pasado. De hecho, la primera parte del Madrid ayer fue bastante aceptable. Mereció irse al descanso con algún gol de ventaja ante un Villarreal muy ordenado, que cerró como pudo todos los espacios y esperó su momento.
El que el Madrid no inaugurara el marcador tuvo un nombre pro- pio: Sergio Asenjo. El portero tres veces operado de menisco se agigantó y evitó el gol hasta por tres veces. Primero a un disparo lejano de Marcelo, luego desvió al larguero un lanzamiento de falta de Cristiano y luego le sacó a bocajarro otro remate al portugués que parecía gol seguro.
La segunda parte fue muy distinta. El Madrid fue perdiendo gas. Modric, Kroos e Isco bajaron de revoluciones y el Villarreal empezó a tocar más y más el balón, sin necesidad de atrincherarse en torno a su portero.
Pasado el primer cuarto de hora el Bernabeu empezó a ponerse nervioso. Su equipo ya no hacía ocasiones, no rondaba el área contraria y la sombra del empate se cernía. Llegaron los cambios. Zidane refrescó el once dando salida a Asensio por Isco y a Lucas Vázquez por Bale. No fueron el
DESFONDADOS
El Madrid se estrelló contra Asenjo en la primera parte y fue pillado por una contra en el 87
revulsivo necesario porque Asensio está sin ninguna confianza y parece otro jugador al que deslumbró en septiembre, cuando Zidane le quitó del once no se sabe muy bien por qué. Quizás para que no se lo creyera. Lucas aportó algo más, pero Bale había sido quizás el jugador más punzante del equipo, así que tampoco se explica demasiado el que lo sustituyera. Lo de Cristiano es otra cosa. El Madrid no puede prescindir de Cristiano y sus goles, pero el portugués está peleado con el gol en la Liga, en la que sólo lleva cuatro. En toda la segunda parte se le vio desquiciado.
La polémica acompañó también la actuación de Undiano, uno de los árbitros que el madridismo tiene enfilado. En la primera parte le reclamaron dos penaltis. El más claro fue uno por mano de Álvaro que el navarro no vio o consideró no intencionada.
Cuando el reloj ya corría inmisericorde para el Madrid, en el minuto 87 llegó la contra mortal del Villarreal, que empezó con un pase a Unal en fuera de juego. Tampoco lo advirtió Undiano y el turco fusiló a Keylor Navas, que sacó el balón en una gran parada. El cuero le llegó a Fornals sin marca y el centrocampista demostró su calidad con una vaselina que entró suave y provocó el delirio del banquillo visitante.
A partir de ahí el Bernabeu silbó con fuerza a sus jugadores, sobre todo a Marcelo. El Madrid terminó ofuscado. No sabe salir de un escenario de derrotas.