La Vanguardia

Nadie está bombardean­do Hawái

La falsa alerta de un misil dirigiéndo­se al archipiéla­go causa terror y evidencia la psicosis por el posible choque nuclear con Corea del Norte

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

El mundo vive en un suspiro. En un ay. Tras una alerta oficial que invitó al horror, llegó otra de un medio de comunicaci­ón: “Nadie está bombardean­do Hawái”.

Esto no es una noticia falsa. Es una falsa alerta, que, mientras no se enmendó el error, causó pavor y provocó gran desconcier­to debido a ese cara a cara entre el presidente Donald Trump y el dictador norcoreano Kim Jong Un. Los dos mantienen una loca competició­n, a ver quien tiene el botón nuclear más grande, y los ciudadanos, en medio.

Miles de personas en Hawái, incluidos turistas, recibieron alertas en sus teléfonos y por otros medios de que un artefacto se dirigía hacia el archipiéla­go del Pacífico. Se temían lo peor.

“Amenaza de misil balístico entrando a Hawái. Busquen refugio de inmediato. Esto no es una prueba”.

Era pronto por la mañana. Las redes sociales describier­on escenas de pavor. “Hemos recibido el mensaje, hemos abierto la puerta y visto al menos diez familias corriendo en la playa, corriendo, no caminando, regresando hacia su habitación”, señaló un turista.

La periodista de televisión Sara Donchey también se encontraba de vacaciones, en Honolulu. “Mi familia se ha escondido en el garaje. Mi madre y mi hermana estaban llorando. Ha sido una falsa alarma pero mucha gente ha temblado. Todos aterroriza­dos”.

El legislador estatal Matt LoPresti lo explicó así a la CNN: “Nos metimos en la bañera, con nuestros hijos, y rezamos”.

Tuvieron que pasar unos 15 minutos. “No hay ningún misil ni peligro en el estado de Hawái”, indicó el desmentido.

En su Twitter, la congresist­a Tulsi Gabbard, que contactó con las autoridade­s militares, ya había comunicado en ese momento que todo se debía a un error. “He confirmado con las autoridade­s que no hay ningún proyectil”.

Además, el comandante David Benham, portavoz del Comando de Estados Unidos en el Pacífico, señaló que “no hemos detectado ningún misil balístico. El mensaje anterior fue enviado por error”.

Aún sin aclarar, las autoridade­s subrayaron que todo se debió a “un fallo humano”. A esa hora, la gente ya tenía el susto en el cuerpo y una pregunta: ¿Cómo ha podido suceder algo así?

“Despertar y recibir la alerta de que viene un misil ha sido, honestamen­te, el momento más terrorífic­o que jamás haya experiment­ado, sin olvidar ese añadido de que ‘esto no es una prueba’”, tuiteo Michaela Winje.

Jaime Malapit, propietari­o en Honolulu de una peluquería, envió textos a sus clientes informándo­les de que cancelaba todas las citas y que cerraba este sábado. Primero pensó que era una alerta de tsunami. “Al ver lo que era, me dije que esto no podía estar sucediendo”, declaró a AP.

La Casa Blanca emitió un comunicado, que ilustró algo el desastre y cómo Trump, que estaba jugando al golf en su club de Florida, se quitó responsabi­lidad.

“El presidente ha sido informado sobre el ejercicio de gestión de emergencia. Esto era puramente un ejercicio estatal”.

En Washington han abierto una investigac­ión. La congresist­a Gabbard (demócrata) declaró a la MSNBC que en su archipiéla­go hace tiempo que son consciente­s de la amenaza norcoreana. “Es el momento –señaló– de dejar los insultos y sentarse a negociar”.

Miles de ciudadanos recibieron aviso de que un artefacto iba hacia ellos, con la coletilla “esto no es una prueba”

La Casa Blanca dice que era “un ejercicio estatal” y los militares lo atribuyen todo a “un error humano”

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