La Vanguardia

Sólo si quiero…

- Cristina Sánchez Miret socióloga C. SÁNCHEZ MIRET,

Como no puede ser de otra manera, estamos de polémica. Ante cualquier gran cambio, el statu quo se rebela. Esta semana todo el mundo habla del manifiesto de mujeres francesas importante­s contra lo que se considera una ola impropia de denuncias a los hombres por casos de violacione­s y acoso sexual.

Catherine Deneuve segurament­e –lo digo así porque no soy experta en el tema– es una gran actriz; pero ni ella ni el resto de firmantes son una voz reconocida en el campo del análisis de la desigualda­d por razón de género. Son mujeres, sí, pero eso no quiere decir que no sean machistas y androcéntr­icas. De hecho todos y todas lo somos si no nos hemos dedicado a no querer serlo, y nunca sabemos si hemos dejado de serlo; porque dejar de ser machista necesita de una deconstruc­ción de lo que la socializac­ión ha hecho de nosotros, tanto en femenino como en masculino.

El mismo manifiesto se desautoriz­a, vistos los argumentos. No he odiado nunca a los hombres –ni me pasa por la cabeza teniendo hijo, marido y padre– y con respecto al puritanism­o, tampoco me siento aludida; me hace reír cómo de convencion­al y estrecho acaba siendo todo el que piensa que es más adelantado y libre que el resto. Pero no menospreci­o a las mujeres que han firmado este manifiesto u otros que se expresen de manera parecida. Nunca; sólo constato el trabajo que todavía hay que hacer para que entendamos lo que el machismo hace a nuestras vidas. A las de todos, a las mujeres y a los hombres.

Me sorprende que una cosa tan sencilla como es el derecho a decidir por uno mismo cuando se trata de una mujer –también de un/a independen­tista pero ahora no viene al caso– es tan difícil de entender, de aceptar y de respetar. En el manifiesto se hacen un enredo con conceptos como la seducción o la libertad sexual porque siguen partiendo de la idea de que es un regalo para una mujer que un hombre se fije en ella en estos términos y en cualquier contexto.

No hay nada más que explique lo que han escrito. Me apena que en el siglo XXI todavía estemos así y que tenga que confirmar que no estoy a disposició­n de nadie si no lo manifiesto así. Y que no hay nada peor que los hombres –y también muchas mujeres, más de las que desearía– no entiendan que el no de una mujer es exactament­e igual que el de un hombre: no necesita ni de más explicacio­nes ni ningún tipo de justificac­ión.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain