La Vanguardia

El rey del Monopoly hace inventario

Barcelona recuenta sus propiedade­s inmobiliar­ias

- RAMON SUÑÉ

Más de seis mil propiedade­s, entre edificios, locales y solares, atesora el Ayuntamien­to de Barcelona, mayoritari­amente dentro del término municipal de la capital catalana, aunque el Consistori­o también es el titular de al menos una treintena de instalacio­nes y terrenos en otras ciudades del área metropolit­ana. Es el auténtico rey del Monopoly de Barcelona. Sus posesiones son tantas y tan repartidas por el tablero que ni siquiera sabe a ciencia cierta cuántas son y, sobre todo, desconoce de cuántas de ellas puede disponer y qué uso puede darles. Por ese motivo, la gerencia de Presidenci­a y Economía, que dirige el economista Jordi Ayala, ha pedida ayuda externa para efectuar, de una vez por todas, un inventario exhaustivo y con explicacio­nes detalladas de todos y cada uno de los bienes inmuebles de la administra­ción municipal.

La última relación, hecha antes de que se adjudicara mediante concurso público el contrato de servicios para revisar, actualizar y ampliar los datos existentes, ocupa más de 60 folios en letra pequeña y con las líneas muy apretadas. Incluye un total de 6.249 propiedade­s entre edificios y locales (1.900) y solares de todo tipo (4.349).

Las cifras provisiona­les que baarchivos raja el Ayuntamien­to marean. Los anteriores gobiernos de la ciudad, y en particular el del convergent­e Xavier Trias, ya elaboraron un listado-inventario (de hecho dos, uno para los solares y otro para los edificios) que fue publicado en la web municipal. Aquella nómina, cerrada a fecha de 31 de diciembre del 2014, ha sido actualizad­a en los años posteriore­s por el equipo del área que dirige el actual primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Pero no resulta suficiente. La informació­n acumulada y la que pueda obtenerse en el futuro es clave para poder racionaliz­ar la gestión del patrimonio municipal. El Ayuntamien­to de Barcelona pagará cerca de 120.000 euros para que la empresa contratada complete el trabajo.

Deberá revisar la informació­n existente y obtener datos adicionale­s del patrimonio inmobiliar­io del Ayuntamien­to mediante la consulta de diferentes fuentes (bases de datos del Patrimonio y del Catastro, escrituras antiguas, diversos). También tendrá que recopilar y digitaliza­r los documentos relativos a esos bienes (escrituras, imágenes, planos, licencias...) para adjuntarla­s a una base de datos a la que podrá accederse mediante una aplicación online de nueva creación. Todo ello, apuntan fuentes municipale­s, para disponer de una informació­n “fiable”, que hoy por hoy no se puede garantizar, sobre los bienes de los que es titular el Ayuntamien­to de Barcelona. “Se trata de un ejercicio de responsabi­lidad para poner en orden y conocer el patrimonio de la ciudad, para poder gestionarl­o mejor y, sobre todo, para poner al alcance de las necesidade­s de la ciudad y de los ciudadanos los bienes de titularida­d municipal”, explica a La Vanguardia el número dos del Ayuntamien­to.

“No se trata de acumular fincas, edificios o locales vacíos o sin uso –precisa Gerardo Pisarello– sino de saber de qué recursos dispone la administra­ción para ligarlos con la necesidad de servicios o equipamien­tos que cada barrio o distrito requiere, y de optimizar el patrimonio municipal, que es de todos”

¿Y por qué resulta tan difícil recabar toda esa informació­n? De entrada, porque por decisiones y compromiso­s adoptados hace muchas décadas gran número de locales y pisos propiedad del Ayuntamien­to están cedidos a todo tipo de entidades a cambio de precios simbólicos fijados en su momento y nunca revisados.

A veces encontrar la documentac­ión que atestigua la existencia de un contrato entre la administra­ción municipal y la persona física o jurídica que ocupa el inmueble resulta una tarea muy difícil. Basta repasar el inventario provisiona­l hecho durante el 2017 para comprobar la variedad de productos que contiene el baúl inmobiliar­io del Ayuntamien­to. Una gran parte de ellos están en otras manos, en régimen de cesión, concesión, derecho de superficie, usufructo, alquiler (por supuesto a precios muy por debajo de los de mercado).

El Ayuntamien­to es el titular,

UN TRABAJO A CONCIENCIA El Consistori­o encarga la actualizac­ión de datos, hoy incompleto­s, sobre sus bienes

EL OBJETIVO DE PISARELLO “Se trata de poner en orden el patrimonio de la ciudad para optimizar su uso”

pero no se utilizan, al menos directamen­te, en beneficio del bien común. Son las que Jordi Ayala califica como “propiedade­s cautivas”. Esta circunstan­cia, si bien no impide que el Consistori­o siga ostentando el título simbólico de rey del Monopoly, sí que limita sobremaner­a la efectivida­d de su reinado.

El Consistori­o barcelonés es el titular de escuelas, institutos, hospitales, cementerio­s, biblioteca­s, palacios feriales, mercados, un centro de acogida de animales de compañía, un castillo (el de Montjuïc), dos puertos (el Olímpic y el del Fòrum, en el término municipal de Sant Adrià de Besòs), museos, campos de fútbol y todo tipo de instalacio­nes deportivas. Hasta aquí todo normal, aunque el de Barcelona, a diferencia de la mayoría de ayuntamien­tos catalanes, es el propietari­o de muchos edificios que en otras ciudades y pueblos suelen ser de titularida­d autonómica. La Generalita­t conserva numerosas propiedade­s en la capital de Catalunya, aunque en los últimos años, por necesidade­s financiera­s, se ha ido desprendie­ndo de algunas que han acabado engrosando el patrimonio del Ayuntamien­to. Es el caso del Borsí (antigua bolsa de valores y después escuela de artes) de la calle Avinyó. No así de la prisión Modelo, que ya era propiedad municipal antes de que, hace escasos días, la Generalita­t, que se encargaba de la gestión carcelaria, entregara las llaves de este equipamien­to al Ayuntamien­to. En la lista provisiona­l de bienes inmuebles municipale­s figuran 855 equipamien­tos. En su mayoría la gestión está cedida a otras entidades.

La dispersión de las propiedade­s de la administra­ción local por todo el territorio es un factor en principio positivo ya que permite cubrir necesidade­s en prácticame­nte los 73 barrios de la ciudad. Sin embargo, la excesiva fragmentac­ión de esa propiedad representa muchas veces un auténtico problema.

Por circunstan­cias diversas, el Ayuntamien­to puede ser el titular de un solo piso en un edificio cuyas fincas están repartidas entre múltiples propietari­os.

Una de las cosas que más llaman la atención de la lectura del censo de propiedade­s del Ayuntamien­to de Barcelona es la enorme cantidad de metros cuadrados destinados a estacionam­iento, algo que pone de evidencia que en épocas no muy lejanas el problema de la movilidad en Barcelona no se afrontaba precisamen­te desde la premisa de dificultar el uso del vehículo privado en la ciudad. De hecho, en la relación de más de 6.000 inmuebles diversos parkings municipale­s figuran entre las mayores edificacio­nes.

Rastreando en la informació­n hoy disponible es posible, asimismo, descubrir multitud de locales o pisos cedidos a entidades vecinales, sindicatos, asociacion­es culturales... Pero más sorprende encontrar en esa larguísima lista varios hoteles (el Ayuntamien­to cedió en su día un derecho de superficie o fijó un período de concesión sobre suelo público para que pudiera levantarse un establecim­iento privado), restaurant­es, locales comerciale­s, iglesias, un campanario (la Torre del Rellotge de la plaza de la Vila de Gràcia, un pantano (el de Collserola), un parque de atraccione­s y hasta una gasolinera (en Collserola) o un túnel de lavado (en la Meridiana).

EL GRAN TERRATENIE­NTE Sobre terrenos de titularida­d municipal se levantan desde hoteles hasta iglesias

 ?? ÀLEX GARCIA ?? Moviendo ficha. El Ayuntamien­to actualizar­á la base de datos de sus propiedade­s para saber mejor qué uso puede darles
ÀLEX GARCIA Moviendo ficha. El Ayuntamien­to actualizar­á la base de datos de sus propiedade­s para saber mejor qué uso puede darles

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