‘Fuera de control’ analiza el origen de catástrofes que dejaron huella
El nuevo espacio de Dmax arranca con el naufragio del ‘Costa Concordia’
Algunos siniestros, ya sea por su elevado número de víctimas, por su espectacularidad o por su trascendencia, han conseguido hacerse un hueco en la historia. El naufragio del crucero Costa Concordia, el accidente de la central nuclear de Chernóbil o el ataque a las Torres Gemelas han sido terribles acontecimientos que ya forman parte de la memoria colectiva del planeta. Pero, ¿se conocen todos los detalles de estos accidentes? Dar respuesta a esta pregunta es el reto de
Fuera de control, el nuevo programa que hoy estrena Dmax a las 22 h.
El espacio revisa algunas de estas mediáticas catástrofes para analizar desde una perspectiva técnica y científica qué ocurrió en realidad. Con los datos oficiales en la mano, se buscará llegar más allá gracias a los testimonios de expertos y a diversas pruebas técnicas. El naufragio del crucero
Costa Concordia, del que ahora se cumplen cinco años, protagonizará el primero de los seis episodios de que consta la serie documental. El buque naufragó frente a la isla de Giglio, situada en la Toscana, proporcionando unas espectaculares imágenes del barco totalmente escorado.
En semanas posteriores se profundizará en el accidente de Chernóbil, un desastre medioambiental que obligó a aislar un área de 30 kilómetros de radio alrededor de la central; el ataque a las Torres Gemelas de Manhattan realizado con dos aviones secuestrados por terroristas suicidas de Al Qaeda en el 2001; el amerizaje de emergencia en el 2009 del vuelo 1549 de US Airways sobre el río Hudson de Nueva York; la catástrofe aérea en el 2000 del vuelo 4590 de Air France, que ha pasado a la historia como el único accidente de un Concorde tras casi treinta años de impecable rendimiento; el accidente ferroviario en la estación París-Gare de Lyon de 1988, cuando un tren de cercanías chocó contra un convoy estacionado y mató a 56 personas; el incendio del túnel del Montblanc que acabó en 1999 con la vida de 39 personas, y, por último, el accidente del trasbordador espacial Columbia en el 2003 en el que murieron siete astronautas cuando la nave se desintegró tras reingresar en la atmósfera terrestre.