Berlioz toma L’Auditori de la mano de Dudamel y la Filarmónica de Viena
Gustavo Dudamel regresa a L’Auditori, la sala en la que debutó en Barcelona. Y lo hace con un histórico concierto junto a la Filarmónica de Viena –con la que ayer debutaba en el Teatro Real de Madrid– en el que dirigirá la Sinfonía Fantástica de Berlioz y el Adagio de la Sinfonía núm. 10 de Mahler. Las entradas para ver a la que es una de las batutas más reconocidas internacionalmente se agotaron el año pasado en pocas semanas, después de que ofreciera en marzo, en el Palau de la Música, una intensiva integral de las sinfonías de Beethoven en cuatro conciertos.
No sería de extrañar que sucediera lo propio con la inauguración de la próxima temporada que anunció ayer el propio Palau, con motivo de la presencia del músico en L’Auditori. Dudamel dará dos conciertos –18 y 19 de septiembre– al frente de la Mahler Chamber Orchestra y con un repertorio del romanticismo y postromanticismo: la 3ª y 4ª de Mahler y las 4ª de Schubert y Brahms.
La presencia de Dudamel en España ha despertado ex- pectación por sus últimas declaraciones sobre la situación política y social en Venezuela, un tema del que siempre trató de mantenerse al margen a pesar de haber sido considerado una de las cien persona más influyentes por la revista Time (en 2009). El actual titular de la Filarmónica de Los Ángeles asegura que no sólo no abandona el liderazgo de la Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela sino que sigue ingresando menores en el Sistema porque, en su opinión, “hay que seguir dando a los niños cultura”.
A pesar de ello, el maestro venezolano se sigue significando y apelando a la “democracia” como solución para su nación. “Venezuela no son dos países, es un país”, dijo hace unas fechas al presentar su concierto con la histórica formación vienesa en Madrid. Sus críticas el verano pasado hacia el régimen de Maduro provocaron que el presidente cancelara su gira por Estados Unidos con la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela. Pero Dudamel no calla. Su país, dice, pasa por un momento de “mucha complejidad” y cada uno ha de “seguir construyendo desde su lugar: el mío es la música”. “La solución saldrá de la madurez del pueblo”.
El maestro más joven en ponerse al frente de la Sinfónica de Viena dio la campanada cuando ofreció el tradicional concierto de Año Nuevo con la prestigiosa formación. Probablemente no hay orquesta en el mundo –ni siquiera la de Berlín– que pueda hacer un Adagio de la 10ª de Mahler como la Wiener Phil. Una experiencia de ensueño seguida por la revolucionaria autobiografía musical que es la Fantástica de Berlioz.
El Palau anuncia que su próxima temporada la abrirá el venezolano con un doble concierto con la Mahler Chamber