El Atlético gana en Ipurua y el Valencia en Riazor

El Atlético no se rinde en la Liga porque Diego Simeone nunca se perdonaría bajar los brazos como parece que ha hecho el Madrid. En el diccionario del Cholo no existe la expresión tirar la toalla y los rojiblancos ganaron en Ipurua (0-1) y se mantienen segundos, persiguiendo al Barcelona, al acecho por si algún día el líder empieza a fallar.

Pasan los partidos, las temporadas y los años y el guión del Atlético para sacar adelante los partidos permanece, sigue vigente. No cambia Simeone porque su plan todavía le funciona. Lo demostró de nuevo en Eibar, en un césped que no estaba para mucho virtuosismo. Una vez más, el Atlético se puso por delante en el marcador y cerró su portería con un cerrojo. Es el quinto 1-0 que firman los rojiblancos. El Celta, el Deportivo, el Betis, el Alavés y ahora el Eibar probaron su medicina

Sin Diego Costa, fue Gameiro, su sustituto, quién abrió la lata antes de la media hora del encuentro gracias una jugada de rápido contragolpe con la que se quedó solo ante Dmitrovic, al que batió. Es su cuarto gol en la Liga, todos en partidos en los que fue titular. Antoine Griezmann, que no marca, y ya son cinco jornadas sin ver puerta, pero sí que asiste fue quien le dio el pase de gol.

A Atlético no le importó que su rival, el Eibar, estuviese en racha. Los de Mendilibar, que no perdían desde principios de noviembre, habían sumado 19 de los últimos 21 puntos. Sin embargo, se impuso la estadística que dice que los armeros nunca han ganado a los colchoneros en sus seis duelos en Primera. Sobre todo gracias a una nueva exhibición de seguridad defensiva atlética. Oblak, que sólo ha encajado ocho goles en toda la primera vuelta, mantuvo la portería a cero por decimotercera vez esta Liga.

Por su parte, el Valencia también venció en Riazor (1-2) y se mantiene firme en la tercera posición. Los jugadores de Marcelino se impusieron al Deportivo con goles de Guedes en el 37 y de Rodrigo en el 64. El gol de Andone en el 87 sólo sirvió para que los gallegos recortasen diferencias.