Peterhansel es mortal
El francés rompe, Sainz toma el liderato y Barreda duda si sigue
El Dakar de las sorpresas tenía reservado para la 7.ª etapa, la de la reanudación de la carrera, el mayor golpe de teatro, y doble: la caída a los infiernos del inmortal Stéphane Peterhansel y la lesión de Joan Barreda, cuya continuidad estaba en entredicho al cierre de esta edición.
Lo que parecía imposible sucedió. Monsieur Dakar rompió su buggy Peugeot y dijo prácticamente adiós a su 14.ª estatuilla del tuareg. El francés se paró en el kilómetro 186 de la especial, entre La Paz y Uyuni, y cedió el triunfo de etapa y el liderato provisional a Carlos Sainz, que estaría ante su gran oportunidad para ganar el rally por segunda vez, con más de una hora de renta sobre los Toyota.
La segunda semana de Dakar favorecía, a priori, el pilotaje rápido de WRC de Sainz, por terrenos veloces de pistas de tierra y piedras, lejos ya de las dunas peruanas, sin necesidad de poner a prueba las habilidades de navegante. Peterhansel había hecho los deberes en su terreno, había acumulado casi media hora de renta (27m 10s) sobre el madrileño, y ayer se disponía a empezar a administrar la ventaja.
Incluso el francés comenzó la jornada liderando la especial al llegar al kilómetro 100, en el que sacaba alrededor de un minuto a Al Attiyah, De Villiers y Sainz. La ventaja crecía en el WP3, con 2m 50s sobre Carlos y 5m sobre el sudafricano de Toyota, y alejaba a más de 12m al qatarí. Todo le salía a pedir de boca a Peter.
Pero la desgracia esperaba a la vuelta de la esquina al 13 veces campeón del Dakar. A la altura del kilómetro 186 (antes del ecuador de la etapa, de 425 km), su Peugeot se detenía tras golpear una piedra al esquivar a una moto. Rotura del amortiguador y de un triángulo de suspensión, según informaba la firma francesa. Cyril Despres, su compañero de equipo, llegó para ayudarle a reparar el 3008 DKR, cuando Stéphane ya llevaba más de una hora parado.
Mientras, Carlos Sainz se dirigía hacia la victoria de etapa, la segunda de esta edición, segunda consecutiva, que logró con más de 12 minutos de renta sobre el Toyota de De Villiers y casi 14 sobre el de Al Attiyah.
Por detrás, Peterhansel pudo reparar su coche y completó la etapa con 1 hora y 47 minutos de retraso sobre Sainz. Prácticamente ya podía despedirse de su 14.º estatuilla del tuareg. Más drama todavía.
En motos parecía que ayer era el gran día de Joan Barreda. Ganó la etapa, la tercera de esta edición (su 20.ª especial), y asestaba un golpe intimidador en la general para acercarse al líder, de nuevo Adrien Van Beveren, al que tenía a menos de 5 minutos. Eso era lo que decían las clasificaciones.
Pero por el camino había sucedido algo grave: el castellonense se había caído alrededor del kilómetro 300. “Me salí de la pista y sufrí una gran caída. Creo que me rompí la rodilla, y desde ese momento reduje la velocidad debido al dolor. Estoy seguro de que está rota, mi rodilla está totalmente inestable y no puedo apoyarme. Los médicos han visto que hay líquido y que el ligamento externo está bastante inestable”, explicaba el de Honda en el campamento de Uyuni, después de haber recorrido los últimos 140 km con la pierna destrozada. Su continuidad es seria duda. “Dependerá de si mejora. Veré las sensaciones y si puedo estabilizar un poco la rodilla con un vendaje, porque no la puedo poner en el suelo”, decía.
Tras la jornada de descanso en La Paz, Barreda salió con ímpetu a la 7.ª etapa, dispuesto a encarrilar su primer tuareg. En la altura de Bolivia, el castellonense firmó la mejor actuación en sus ocho años de Dakar. Llegó a acumular 5m21s sobre Van Beveren, casi 14 minutos a Walkner y más de 11 a Benavides, que veía perder el liderato. Pero en el último tramo del día, Barreda fue cediendo terreno y acabó sacando apenas 3 minutos al francés y 8 al argentino. Había truco: la rodilla que lo tiene en vilo.
ROTURA DEL PEUGEOT
Peterhansel rompió la suspensión y perdió una hora y 44 minutos que le complican la victoria final
BARREDA, TRIUNFO Y ¿ADIÓS?
El castellonense se apunta su tercer triunfo de etapa, pero no sabe si hoy seguirá por una lesión de rodilla