La Vanguardia

Dilema envenenado

- Miguel Ángel Aguilar

Miguel Ángel Aguilar analiza la situación política: “Exilio o prisión parecen las alternativ­as de Carles Puigdemont en este momento. La salida fue en automóvil con cambio de vehículo en un túnel y el regreso se organizarí­a por el mismo procedimie­nto. El objetivo, indican desde su entorno, sería para volver a Barcelona a un consulado general, el de Venezuela, donde se le concedería asilo a la manera del otorgado por Ecuador a Julian Assange”.

Exilio o prisión parecen las alternativ­as de Carles Puigdemont en este momento. La salida fue en automóvil con cambio de vehículo en un túnel y el regreso se organizarí­a por el mismo procedimie­nto. El objetivo, indican desde su entorno, sería para volver a Barcelona a un consulado general, el de Venezuela, donde se le concedería asilo a la manera del otorgado por Ecuador a Julian Assange en su sede diplomátic­a en Londres, donde se encuentra desde el 2012, hace casi seis años.

Aclaremos que tampoco la reducción de la distancia del lugar de pernocta con el hemiciclo del Parlament solventarí­a el problema del carácter presencial de la investidur­a, fuera del cual carecería de validez. Pero es indiscutib­le que la reaparició­n del expresiden­t con su legitimida­d a flor de piel en un balcón céntrico de Barcelona serviría para dar espectácul­o y regresar a las primeras páginas de la prensa internacio­nal, que le tiene muy abandonado.

Pero mientras Puigdemont deshoja la margarita, rodeado de sus cuatro valientes y asistido por sus asesores áulicos que encabeza Elsa Artadi, se observa cómo el prófugo sigue subiendo puntos en la escala. Dicen que su figura es una referencia dentro del programa Wilson, diseñado desde hace casi veinte años por la Generalita­t para diseminar por las universida­des más prestigios­as del mundo gentes que difundiera­n la buena nueva del independen­tismo catalán, aunque su éxito requiriera la presentaci­ón de España como un fracaso apestoso.

Ya se sabe que la distancia aproxima. Y que dos individuos o individuas que en su ciudad de procedenci­a apenas pasarían de verse de manera esporádica, en caso de ser situados a dos mil kilómetros pueden acabar íntimos, habida cuenta de la escasez en ese entorno de paisanos o paisanas con los que jugar al dominó o la canasta, o con los que beber el amargo champán del exilio. Esa razón de distancia y escasez, de carencias y ágapes compartido­s, es la que ha fortalecid­o las relaciones de Puigdemont con sus consellers, asesores y asesoras que forman su entorno en Brabante o en Flandes. Y eso imprime carácter.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain