JxCat presiona a Torrent para que no ceda y mantenga al expresident
La acción del Gobierno español fuerza a ERC a cerrar filas y a descartar alternativas
Junts per Catalunya (JxCat) no acepta el último movimiento del Gobierno español para impedir la investidura de Carles Puigdemont. Y no sólo no lo acepta, sino que, por un lado, no cede y se reafirma en que su candidato es y continuará siendo el único aspirante a presidente de la Generalitat y, por otro, presiona al presidente del Parlament, Roger Torrent, y por extensión a ERC, para que se mantengan inflexibles en la misma posición.
“Lo que hemos oído de Soraya Sáenz de Santamaría es la prueba de que el Gobierno español no acepta la democracia, es un nuevo despropósito democrático, un nuevo acto de cobardía, es un golpe de Estado a la voluntad de los ciudadanos”, denunció en este sentido el portavoz de la formación, Eduard Pujol, para quien “el Gobierno español se ha quitado la máscara para decir que no respeta el resultado de las elecciones del 21 de diciembre”. De hecho, la impugnación de la decisión de Roger Torrent de encargar la investidura a Carles Puigdemont es, a juicio de JxCat, un “fraude de ley propio de las dictaduras” que pretende “coaccionar” al presidente del Parlament para que “tome una decisión contraria a la voluntad del pueblo de Catalunya” y frente al que espera que la segunda autoridad del país no dé marcha atrás y mantenga intacto en los próximos días el contenido de la convocatoria de la sesión realizada ayer.
“No aceptaremos ni amenazas ni coacciones y no tenemos ninguna duda ni ningún derecho a la duda de que el presidente Torrent protegerá los derechos de todos los diputados y emprenderá las acciones legales que haga falta para defender la acción de la Mesa y su propia figura”, subrayó Eduard Pujol, que garantizó que en este supuesto el presidente del Parlament tendrá “todo el apoyo” de JxCat. Un apoyo que, en el fondo, no deja de ser una manera de presionar a ERC para que no acceda a la pretensión del Gobierno español y le plante cara, como piensa hacer la propia formación de Carles Puigdemont a través de acciones legales, que de momento están en estudio, “en defensa de los derechos de los diputados y de todos los ciudadanos que votaron el 21-D”. “La vicepresidenta del Gobierno español ha entrado en desobediencia, desobedece la Constitución, los letrados del Parlament y la Junta Electoral”, esgrimió el portavoz de JxCat mientras exhibía las credenciales de diputado de Carles Puigdemont que ningún estamento ha cuestionado y que le conceden los mismos derechos que al resto de electos del Parlament.
Y por este motivo la formación no tiene intención de ceder y su propósito es “no moverse de lo que hemos dicho siempre”, que es que “el candidato de JxCat a la presidencia de la Generalitat es Carles Puigdemont”. Y aspira a que ERC haga lo mismo y, de momento, lo está consiguiendo, porque en la práctica la nueva maniobra del Gobierno español no hace más que abocarlo a una defensa todavía más cerrada, si cabe, de las opciones de Carles Puigdemont. ERC se ha mostrado desde el primer instante como una firme partidaria de buscar una alternativa al candidato de JxCat, pero la impugnación anunciada por Soraya Sáenz de Santamaría le corta las alas en esta dirección y le fuerza a aparcar todo atisbo de plan B y a cerrar filas con la figura del 130.º presidente de la Generalitat, que es lo que se vio obligado a hacer su portavoz, Sergi Sabrià.
“El Gobierno español ha perdido el norte, los escrúpulos y la vergüenza, ha cruzado una línea roja más y trata de ganar en los tribunales lo que pierde en las urnas”, lamentó el representante de ERC, que recordó que la propuesta de Carles Puigdemont “es legítima y es la nuestra, emana de las urnas, es una propuesta clara y limpia y todo el mundo sabía quién era el candidato de JxCat”. Una situación que
LA RESPUESTA POLÍTICA...
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...Y LA REACCIÓN JURÍDICA
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