Repartidores autónomos, un modelo en cuestión
Las nuevas plataformas de reparto de comida –Deliveroo, Glovo, Uber Eats– utilizan repartidores autónomos para hacer distribuir la comida. Es un modelo que les permite ahorrar costes (no necesitan contratar a nadie) y atraer repartidores con el pretexto de la flexibilidad y la sencillez de la tecnología. Pero en España y buena parte de los países donde operan las empresas, el Reino Unido, Francia, Italia, Bruselas, Países Bajos, Alemania, China, miles de riders han puesto el grito en el cielo para mejorar sus condiciones. Reclaman incrementos salariales (cobran entre 4 y 6 euros por pedido), seguro por accidentes, datos móviles y flexibilidad horaria real. En España, los sindicatos UGT y IAC y el colectivo RidersXDerechos reclaman que los riders sean asalariados porque creen que estos dependen económica y funcionalmente de las directrices que establecen las plataformas. De momento, las Inspecciones de Trabajo de València y Madrid les han dado la razón. Ahora, esperan que la Inspección General del Trabajo se pronuncie sobre la denuncia que UGT presentó contra Deliveroo, Glovo, UberEats y Stuart por el mismo motivo. Gonzalo Pino, secretario de política sindical de UGT, cree que “los riders son falsos autónomos” y que las plataformas dan alas a un modelo “inestable y precario”, que “olvida repartir los beneficios con los trabajadores” y pide un nuevo marco legal que evite la perpetuación del modelo.