La Vanguardia

El 9 del PSG

Pese a convivir con Ibra y Neymar, Cavani entra en la historia del PSG con sus 157 goles

- Carles Ruipérez Barcelona

Edinson Cavani ha entrado por derecho en las páginas doradas del Paris Saint-Germain tras convertirs­e el pasado sábado en el máximo goleador de la historia del club parisino, cuya afición tiene un cariño especial al delantero uruguayo que supera al de las numerosas estrellas que han pasado por el parque de los Príncipes, incluido el mismísimo Neymar.

El PSG ha tenido a futbolista­s diferentes y especiales como Raí, Ginola, Weah (que ha llegado hasta presidente de Liberia, su país), Anelka, Ronaldinho, Beckham, Ibrahimovi­c o ahora Neymar, estrellas en toda regla porque además de sus actuacione­s en el campo saltaban al papel cuché. Sin embargo, a los ocupantes de la curva Auteuil del Parque de Los Príncipes les costaba conectar con jugadores tan elitistas, tan sibaritas, tan altivos. No es cuestión del dinero que ganaban o que costaron, porque, en cambio, Edinson Cavani, por el que en el 2013 el PSG pagó 64 millones al Nápoles en lo que hasta la llegada de Ney fue el fichaje más caro del club, ha sido uno de los preferidos de los seguidores más fieles del club desde el primer día.

Cavani, poco hablador, muy trabajador, siempre cumplidor y enemigo de los privilegio­s, les ha correspond­ido con sus goles, con sus 157 dianas, hasta convertirs­e el sábado en el máximo goleador de la historia del club. Lógicament­e la grada lo celebró por todo lo alto. No había para menos. Él sí que es un guerrero de los suyos. Pese a coincidir con dos astros como Ibra y Neymar de los que no permiten que se les haga sombra, Edi Cavani se ha salido con la suya.

El 4 de octubre del 2015 Zlatan Ibrahimovi­c, con dos penaltis frente al O. Marsella, superaba a Pauleta como máximo goleador de la historia del PSG. El récord le ha durado al sueco menos de dos años y cuatro meses. Hasta que el pasado sábado Cavani le dejó atrás. “Llegué como un rey y me voy como una leyenda”, dijo Ibra, con su modestia habitual, cuando abandonó París y el PSG. Zlatan es un poco más pequeño ahora que Cavani es el más grande.

Eso sí, el gigante de Malmö siempre podrá decir que el uruguayo necesitó cinco temporadas para ponerse a su altura y sobrepasar­lo, una más que él. También es cierto que Ibra exigió ser el único delantero centro del equipo, lo que obligó a Cavani a jugar en la banda aunque llevase el 9 a la espalda. Sólo hay que ver sus cifras para darse cuenta de que no era el mejor sistema para él. En los tres cursos con Zlatan, el charrúa anotó 81 goles. Desde que se liberó del sueco, en una temporada y media, ha celebrado 76 (49 en la 2016-17 y 27 en esta).

Les démons de minuit es una canción de baile del grupo Images que en 1986 fue el single más vendido en Francia, donde alcanzó la categoría de disco de platino. Cavani no había ni siquiera nacido en Salto (Uruguay). Con la melodía de esa canción, los integrante­s de la grada Auteuil, corean ahora al goleador uruguayo, que nada más marcar al Montpellie­r el gol que le hacía entrar en la historia, se fue a buscarlos, a ellos que siempre le han apoyado, a ellos que incluso silbaron a Neymar por no cederle un penalti frente al Dijon.

Se quitó la camiseta y enseñó su cuerpo cincelado, sin apenas un gramo de grasa. Pelo largo mojado, huesos, venas y músculos. Ese es uno de sus secretos: su dedicación casi ascética, su vida monacal. Siempre marcó goles: en el Danubio de Montevideo, en el Palermo y en el Nápoles. “Tiene un físico top. Nunca está lesionado”, destacaba ayer en L’Équipe Laurent Blanc, el primer entrenador que tuvo en el PSG.

Cavani se machaca, se entrena, mejora, juega, marca y calla. El pasado mes de abril renovó hasta el 2020. Rara vez levanta la voz. Aunque le fastidió tener que plegarse a la llegada de un nuevo Rey Sol con el fichaje de Neymar. El brasileño tiene los beneficios y los favores de la directiva. El uruguayo tiene el cariño de la grada. Emery, el entrenador, está en el medio. Quizás para hacerse notar en enero Cavani llegó dos días tarde de las vacaciones de Navidad. Ahora los dos cracks conviven y amenazan al Madrid en la Champions. “Felicidade­s a Edi por el récord, que sigas metiendo muchos goles”, le deseó Neymar al charrúa, que, entre la avaricia de uno y el hambre del otro, sólo ha marcado 19 de sus 157 goles desde el punto de penalti. Pero Cavani los ha podido eclipsar.

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FRANCK FIFE / AFP Edinson Cavani celebró sin camiseta su gol contra el Montpellie­r; el árbitro le enseñó la amarilla pero también le felicitó por el récord
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