Misterio en la montaña
La policía no logra comprender el hallazgo en Álava del cuerpo de un montañero desaparecido hace un mes.
El cuerpo de Jon Bárcena, montañero vasco de 19 años desaparecido la víspera de Nochevieja, fue encontrado ayer en un pequeño pinar de una península del pantano de Urrunaga (Álava), en el que la Ertzaintza sospechaba que podía estar sumergido. Un grupo de familiares y amigos que realizaban una batida en busca del joven hallaron el cadáver a primera hora de la mañana.
Bárcena desapareció el 30 de diciembre después de abandonar a sus amigos a mitad de ascensión al monte Gorbea tras explicarles que no se encontraba bien. Sus compañeros dieron la voz de alarma al regresar a la zona donde habían aparcado los coches y ver que no estaba el joven, que en su descenso había enviado por WhatsApp un vídeo del paisaje. Días después de ponerse en marcha un amplio dispositivo de búsqueda por el monte, el caso dio un giro al encontrarse la cartera, llaves, mochila, botas y ropa del montañero en los alrededores del pantano de Urrunaga, a 15 kilómetros de la zona donde se le buscaba. Varios testigos afirmaron haber visto de lejos por los alrededores del embalse a una persona joven en pantalón corto el día siguiente de su desaparición, el 31 de diciembre.
El pantano alavés se convirtió desde entonces en el foco de la investigación: por tierra, mediante batidas de voluntarios y cuerpos de seguridad, y en sus aguas, donde los equipos de buzos de la Ertzaintza han realizado búsquedas diarias.
La principal hipótesis de la policía vasca era que el cuerpo estaba en el interior del lago. El cadáver, sin embargo, apareció ayer a cien metros de sus aguas, en una pequeña zona boscosa conocida como La Chopera, un lugar que ya había sido rastreado con anterioridad y próximo a donde aparecieron algunas de sus pertenencias, una cabaña de pescadores en la que se sospecha que pudo pasar alguna noche.
La extrañeza por el hallazgo en un lugar ya recorrido por las batidas de búsqueda aumenta al tratarse de una zona relativamente pequeña en la que hay explotaciones ganaderas y en la que la presencia de paseantes y pescadores es habitual. El lugar, además, no se encuentra alejado de la entrada a la península del pantano, donde los testigos lo avistaron por última vez. El cuerpo de Bárcena no presentaba signos de violencia.