Las Ligas también se ganan así
Por cosas como las de anoche en el Camp Nou el fútbol es de los deportes más imprevisibles. En pocos juegos puede suceder algo tan impensable como que el Alavés del milagroso Abelardo rozara el triunfo, aunque ganara la pasada campaña. No se trata de sumar ni de restar, sino de encajar y hacer funcionar el engranaje. La lógica indicaría que si a dos cracks le añades un tercero la magia crecerá al menos una tercera parte. Pero si esto fuera tan sencillo las apuestas (qué tiempos aquellos en que se hablaba de quinielas) las acertaría hasta el menos avezado de los aficionados. El susto de ayer nos indica que aquellos aspectos que no siempre han sido valorados del Barça de Valverde son tanto o más importantes que el puro espectáculo o los fuegos de artificio. Una de las virtudes azulgrana estos meses ha sido el equilibrio, la fortaleza sin balón, el saber protegerse hasta en los escenarios más punzantes.
Ayer, sin Busquets, en media hora los delanteros del Alavés se plantaron en diversas ocasiones ante las fauces de un desconcertado aunque acertado Ter Stegen. Pero las Ligas también se ganan así, sobreviviendo en los días de espesura, reponiéndose en los momentos grises y sacando el resultado tanto con el viento a favor como con marejada en contra. En esta Liga el Barcelona ha comenzado perdiendo en seis ocasiones. En tres de ellas le dio la vuelta al marcador y en las otras tres firmó tablas. Por eso lleva las primeras 21 jornadas sin conocer la derrota, igualando su mejor registro, que hasta ayer era sólo de la campaña 20092010. Para presentar estos números también hay que tener humildad. En el campo y en el banquillo. Anoche la volvió a enseñar Valverde. No le importó señalarse a sí mismo al cambiar a los dos laterales porque Digne y Semedo no estaban funcionando, por ejemplo. Esta vez su apuesta no había salido bien y supo rectificar. El resultado indica que lo hizo a tiempo. Pero la gran lectura que ha de extraer el Barça de su primera mitad es que no debe dejar de lado el libreto que le ha llevado hasta aquí. Juega et labora antes que tener ir a contra reloj.