Aves sedientas
La sequía golpea los refugios de invernada y cría de especies acuáticas
La sequía está agravando el deteriorado estado de conservación de marismas y humedales fundamentales para las migraciones y la cría de las aves acuáticas.
La sequía está agravando el deteriorado estado de conservación de algunas de las marismas y humedales de mayor valor natural. La consecuencia es una mayor degradación de estos espacios que son clave para las migraciones y la cría de las aves acuáticas. Mientras tanto, la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) ha presentado un informe en el que destaca que dos tercios de los enclaves incluidos en la lista del convenio internacional de Ramsar –de protección de zonas húmedas– presentan un estado global calificado como pobre o muy pobre. Y señala como responsable al Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y a las demás administraciones, a las que acusa de no hacer nada para evitarlo.
“En condiciones norm nuestros humedales s reexplotados y some s a un gran estrés; por es ando llega una sequía, la naza para ellos se intensi y estos lugares no pue adaptarse. Debemos
ctar unos criterios para garantizar su conservación cuando llegan las periódicas sequías”, dice Roberto González, responsable de las políticas sobre agua de SEO/BirdLife.
“Las zonas húmedas sufren una gran regresión, que irá a más por la batalla de los humanos para conseguir agua. Un ejemplo escalofriante es la sobreexplotación del acuífero de Doñana para pro
, resume Jordi Sargatal, presidente de la Associació d’Amics del Parc Natural dels Aiguamolls de l‘Empordà. Aunque los humedales están acostumbrados a afrontar la variabilidad hídrica (propia del clima mediterráneo), la escasez de lluvias ha agravado de forma alarmante una situación que se empeora debido a la acción humana.
La sequía golpea duramente, por ejemplo, la laguna de Gallocanta (Zaragoza), donde la explotación de las aguas superficiales y subterráneas imposibilita que este sitio recupere los niveles de los años 70. Es una grave pérdida, pues es el lugar de paso de entre el 80% y el 95% de la población de grullas invernantes de la Península. En diciembre del 2017, s contabilizaron 9.000 ejemplares frente a los 30.000 del mismo me el año anterior.
Otras zonas amenazadas en el interior son las lagunas de Manjavacas (Cuenca) o de Fuente de Piedra (Málaga), o los humedale de la costa levantina: Albufera d València, Marjal de Pego-Oliv (Alicante) y el pantano de El Hon do (València). El mismo peligro corren los grandes sistemas lacustres interiores, como las Tablas de Daimiel. Al insuficiente volumen de caudales para alimentar los humedales, se une la sobreexplotación de los acuíferos. Además, el 70% de las zonas húmedas sufre diversos grados de contaminación provocada por el uso excesivo de abonos agrícolas o presencia de metales en los sedimentos, así como por vertidos directos, ocasionales o repetidos. Así lo indica el informe de SEO/ BirdLife. El cambio climático intensifica, además, la frecuencia y severidad de estos episodios (lo que hace más perentoria una buena gestión de los recursos hídricos), alerta la asociación.
La degradación de marismas y humedales (por esta suma de cau- sas) comporta una fuerte responsabilidad para España, puesto que 74 de estos espacios naturales están incluidos en el convenio de Ramsar (Irán, 1971), que recoge la lista de humedales de importancia internacional.
Los datos del referido informe son alarmantes. Dos tercios de los 60 enclaves que han sido analizados presentan un estado de conservación pobre o muy pobre (40), un 18% tiene un grado de conservación moderado (11) mientras que sólo un 17% ofrece un buen nivel de conservación (10). Entre los humedales situados en la parte más baja de la tabla se encuentran Doñana, Tablas de
CLIMATOLOGÍA
La escasez de lluvias ha contribuido a empeorar el estado de estos espacios de interés
INFORME DE SEO/BIRDLIFE Dos tercios de los humedales ofrecen un grado de conservación pobre o muy pobre
BAJO TUTELA INTERNACIONAL La sobrexplotación y los vertidos atenazan los 74 humedales de importancia mundial
CRÍTICAS
La degradación se
r buye a la “falta de compr i administraciones”
Daimiel (Ciudad Real), la Albufera de València, els Aiguamolls de l’Empordà, ría de Mundaka-Guerinika (Bizkaia), lagunas de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), el embalse de Orellana (Badajoz) o el Marjal de Pego-Oliva (Alicante). La oenegé ha recopilado la información gracias al seguimiento que efectúa en la red de áreas importantes para la conservación de las aves.
“Este análisis muestra una imagen poco alentadora del trabajo desarrollado para la conservación de los humedales de la lista Ramsar en España, sobre todo por la falta de compromiso por parte de las administraciones españolas”, explica Asunción Ruiz, secretaria ejecutiva de SEO/BirdLife.
Esta asociación se queja de que el Gobierno de España incumple el convenio de Ramsar sobre protección de las zonas húmedas, pues “sigue sin aportar la información necesaria” a la secretaría de este convenio. Concretamente, el Ejecutivo español no ha dado una respuesta satisfactoria a la secretaría de este convenio internacional sobre los expedientes bi tos or la degradación de aves españoles: Doña
e Daimiel, Albufera ia ar Menor, S’Alfullor , Arenal de Vallta l Ebro y Laguna era, ca de las Tablas de Daimiel. or eso, SEO/BirdLife ha adelantado que pondrá a disposición de la secretaría del convenio de Ramsar toda la información recabada en su informe, y brindará colaboración técnica si fuera preciso, para que sus responsables revalúen la situación de los humedales y adopten las medidas oportunas.
“Esta situación pone en claro riesgo el liderazgo internacional de España en materia de humedales internacionales, un activo no solo clave para su patrimonio natural, sino también social y económico”, añade Asunción Ruiz. Hasta el momento, España –con 74 espacios reconocidos por su importancia internacional– es el tercer país con más lugares en la lista Ramsar, solo detrás de Reino Unido, con 170 enclaves, y México, con 142.
“Necesitamos estos ecosistemas. Los humedales son más que un capricho; son reservas de agua frente a la sequía y el cambio climático, garantizan la productiva de su entorno y sirve para recargar los acuíferos”, añade Ruiz.
Los humedales son los ecosistemas más productivos del planeta. “A igual superficie y energía solar que un cultivo o un bosque, su productividad es mayor, como atestiguan esas bandadas de flamencos o de grullas concentradas en estos espacios húmedos, donde encuentran todo para su supervivencia”, destaca el naturalista Jordi Sargatal.
Pero el futuro de estas especies es complicado. Las aves dependen de una anatomía muy específica (patas, picos…) y, en segundo lugar, la regresión que experimentan estos territorios (sólo queda el 5% de las zonas húmedas europea de hace 500 años) hace que sólo puedan obtener refugio, comida o puedan criar en lugares concentrados, reducidos y ahora muy menguantes. “Hablamos de bandadas con cientos o miles de animales que, en sus migraciones, sólo pueden parar en sitios concretos, pues necesitan lugares tranquilos, no contaminados, sin tiros”, explica Sargatal. Este reconocido naturalista critica además la mala gestión en el Aiguamolls de l’Empordà y la falta de medidas para proveer nuevos recursos de agua a estas aves en el parque natural, por lo que no descarta que este asunto acabe en la Fiscalía de Medio Ambiente.