El Gobierno defiende su estrategia contra la designación de Puigdemont
Sáenz de Santamaría asegura no sentirse cuestionada “en absoluto” por su gestión
La resolución que emitió el sábado el Tribunal Constitucional (TC), tras varias jornadas tormentosas en la Moncloa ante el riesgo asumido por una impugnación por vez primera no avalada por el Consejo de Estado, “es muy clara y a todos nos ha reconfortado”. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mostró ayer así su alivio, en la Cope, ante la sesión de investidura prevista para hoy en el Parlament. A juicio de Rajoy, triunfó “el sentido común”. “Un señor fugado de la justicia, que ha pretendido unilateralmente liquidar la soberanía y la unidad nacional, evidentemente no puede ser presidente de nada”, argumentó.
El presidente del Gobierno, pese a que en la Moncloa y en el PP nadie las tiene todas consigo ante lo que pueda ocurrir hoy en el Parlament, quiso emitir un mensaje de tranquilidad, ya que “por suerte para España” funciona el Estado de derecho. “Y desde luego mientras yo sea presidente del Gobierno, por muchas cosas que me digan, voy a cumplir la obligación más importante que tengo, que es garantizar la unidad nacional”, subrayó.
En el mismo sentido se manifestó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría: “En el Gobierno nos sentimos satisfechos todos los días de cumplir con nuestra obligación. Gobernar es pensar primero en el futuro de tu país y luego en el tuyo”, destacó. La vicepresidenta aseguró que en ningún momento se ha sentido cuestionada por su gestión en esta crisis: “¡En absoluto!”. Y destacó que la decisión del TC es “una buena noticia para los españoles de bien que respetan la ley y a quienes les sonroja cómo otros se la saltan alegremente”. Sáenz de Santamaría advirtió que a Puigdemont sólo le queda una alternativa: “El camino del Tribunal Supremo”.
La vicepresidenta arropó a Alberto Núñez Feijóo en un acto en Madrid, donde el presidente de la Xunta reclamó acabar con el “sainete” catalán, con un candidato a la investidura distinto. Y, frente al “golpe de Estado” que se quiso perpetrar en Catalunya, exhibió una Galicia “responsable”: “Ser una nacionalidad histórica no equivale a tener una política histérica ni unos políticos histriónicos”.
“Ser nacionalidad histórica no equivale a política histérica ni políticos histriónicos”, resalta el gallego Feijóo