Tres de los acusados en Caronte niegan haber tramado un atentado

Este lunes ha arrancado en la Audiencia Nacional el juicio contra la presunta célula yihadista desarticulada en el 2015 por los Mossos d’Esquadra, en Terrassa y Sabadell. Los tres primeros en declarar han sido tres españoles conversos que han negado rotundamente haber planeado ningún tipo de acción terrorista. Uno de ellos, David Pórtoles, ha explicado, a preguntas de la fiscal Dolores Delgado, que el grupo supo, a través de la Policía Nacional, que entre ellos había un infiltrado de los Mossos, pero que él personalmente decidió “no decir nada porque tenía la conciencia tranquila”. Los tres acusados han señalado al agente infiltrado, que se hacía llamar Youssef, como “el instigador” de todas las charlas relacionadas con el terrorismo.

Tanto Pórtoles, como Jacobo Orellana, como Gonzalo Cabezas han negado haber formado parte de ninguna célula yihadista que hubiera tenido entre sus objetivos secuestrar a la directora de una sucursal bancaria, o la decapitación de una víctima que habría sido grabada y difundida en internet. En algunos momentos de la sesión el interrogatorio ha tenido visos delirantes. El letrado de Orellana, Marcos García Montes, ha querido quitar hierro a la expresión “Alá es grande” y le ha preguntado si exclamar eso era como decir “viva la virgen del Rocío”. Y ha respondido: “Sí, es como decir ‘viva Nacho Vidal’”.

Más allá de las risas desatadas en ese momento, la fiscal pide para los integrantes de la célula penas que van entre los 7 y los 19 años de cárcel. La fiscal sostiene que los Mossos acreditaron durante la investigación que la célula Fraternidad Islámica estaba dispuesta a atentar en Catalunya. Tres de sus integrantes fueron detenidos cuando estaban a punto de entrar en Turquía con la idea de llegar hasta Siria para combatir en las filas del Estado Islámico.

Cabezas ha asegurado que “jamás se me ocurriría atentar en Catalunya porque no soy yihadista y porque soy catalán”. En términos parecidos se ha manifestado Orellana, pero añadiendo que “soy español, europeo, musulmán y catalán”, para puntualizar que “lo que no soy es independentista”. Y ha añadido que nunca habló con sus “colegas” de matar a nadie y que en sus encuentros “no ha habido más que playa, deporte, risas y me han metido en la cárcel”. Y ha explicado que de haber sabido que alguien quería cometer un atentado “en mi tierra” él mismo lo hubiera denunciado. “Si en los atentados de Barcelona casi pillan a mi prima que trabaja en El Corte Inglés”.