La Zona Franca busca empresas variopintas que le insuflen vida
El Ayuntamiento apuesta por captar nueva actividad y humanizar espacios industriales vacíos
El inicio de la producción en serie del Seat 600 en la Zona Franca fue uno de los motores de la industria en el área metropolitana de Barcelona hace sesenta años. Los terrenos en los que se construía el mítico vehículo ahora son un gran solar vacío que espera definir su futuro con un nuevo uso adaptado a los tiempos que corren. Las grandes plataformas logísticas y las pequeñas empresas con procesos industriales innovadores están tomando el relevo de las viejas plantas de producción. La llegada de Amazon al polígono de El Prat más cercano al aeropuerto puede considerarse una de las palancas del cambio al que se enfrenta el gran espacio de actividad económica cercano a la desembocadura del río Llobregat.
Los cambios hasta ahora han llecepto gado de forma natural pero el Ayuntamiento de Barcelona está ultimando un nuevo plan Delta para poner orden y darle un impulso a la actividad económica en la plataforma económica que configura todo el suelo industrial entre el aeropuerto y el paseo de la Zona Franca. El margen de actuación es amplio ya que, según el último estudio elaborado por el Institut Cerdà, un 23% de los terrenos están vacíos, inutilizados o sin actividad. La cifra podría haberse reducido hasta el 20% en los últimos meses con la instalación de nuevos operadores. Pero el reto va más allá de eso ya que, a la vez, se quiere hacer el lugar más “vivible”. Ese con-
EL DATO
23% del espacio son naves o solares sin actividad
del argot de los técnicos municipales vendría a ser algo así como hacerlo más habitable, reconvertirlo en un espacio agradable, integrado en el continuo urbano metropolitano en lugar de un espacio industrial desangelado, alejado de todo y sin ningún tipo de servicio. Para ello se antoja imprescindible la construcción de gimnasios, restaurantes y otras actividades que insuflen
POSIBILIDADES PARA TODOS El plan quiere atraer a emprendedores de ámbitos diversos necesitados de espacio
COMO SI FUERA UN BARRIO
El gobierno municipal quiere gimnasios, restaurantes y servicios para los trabajadores
vida, además de espacios verdes por los que caminar sin que parezca un circuito de obstáculos o un desierto. El desarrollo del nuevo barrio de la Marina del Prat Vermell en los próximos años traerá nuevos vecinos.
La difícil misión ha sido encomendada por Ada Colau al gerente del Ayuntamiento, Jordi Martí, y a Marc García, que dirige la oficina estratégica del plan y lleva más de un año trabajando en su definición. Son conscientes de que la gran transformación urbanística se inició hace más de veinte años con la ampliación del puerto, el aeropuerto y un conjunto de actuaciones que incluso provocó el desvío del tramo final del río Llobregat. Ahora toca actuar en los usos que deben definir el futuro de un espacio económico que abarca la Zona Franca, la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) y todo el entorno del aeropuerto de El Prat y el espacio económico de l’Hospitalet con la plaza Europa y Fira Gran Via como epicentros de esta última zona. En su conjunto hay contabilizadas 2.811 empresas con 75.847 trabajadores que generan un valor agregado bruto de más de 5.0000 millones de euros.
Un estudio elaborado por el Institut Cerdà apunta la dificultad de gestión del espacio por la variedad
El nuevo plan Delta preserva todas las zonas de protección ambiental y sólo actúa en terreno económico
de propietarios y administraciones implicadas. Lo más complicado en los meses de diagnosis ha sido poner de acuerdo a todos los actores (el Estado mediante el Consorci de la Zona Franca, la Generalitat, el puerto, el aeropuerto, Fira de Barcelona, los ayuntamientos de l’Hospitalet y El Prat...) para que sus planes estratégicos vayan a la una y cuenten con espacios institucionales de interacción y gobernanza compartida. El proyecto más atractivo en el sentido que busca el Ayuntamiento es el del Consorci de la Zona Franca, que hasta ahora se limitaba a alquilar solares y por primera vez ha planificado la construcción de naves en una parte de los terrenos de la antigua Seat para acoger pymes.
El mismo informe apunta que el 43% del espacio lo ocupan actividades industriales, el 31% logísticas y el 25% son del sector servicios. Las tendencias crecientes son la llamada industria 4.0 –que agrupa el sector tecnológico de manera amplia– y la logística, aunque en este punto el director del área de territorio del Institut Cerdà, Lluís Inglada, introduce recomendaciones que tener en cuenta. “Es un espacio privilegiado que no se puede hipotecar para hacer cualquier cosa que podría estar en otro sitio, interesa especialmente la instalación de empresas que utilizan intensamente las infraestructuras cercanas”, apunta Inglada, que pone como ejemplo de buenas prácticas el caso de Decathlon, con un gran almacén al lado del puerto desde el que se distribuye a plataformas de distribución de toda Europa. Para Inglada es un buen ejemplo de “la vocación transmarítima necesaria para este lugar”. La reciente llegada de Amazon a El Prat es otro ejemplo.
Los responsables municipales tienen claro que es el momento de aportar valor añadido a la actividad económica en el sentido más amplio y quieren huir de la especialización del suelo industrial. La calificación urbanística de los terrenos en el Plan General Metropolitano (PGM) se interpreta de manera flexible y bajo el mismo epígrafe permite acoger actividades industriales tradicionales y nuevos nichos de emprendedores dinámicos de pequeñas y medianas empresas como el que promueve el Consorci.
El documento con el que trabaja el Ayuntamiento no se olvida del aspecto medioambiental. Las áreas de preservación natural están igual de bien delimitadas que las económicas. Si el anterior plan Delta trituró espacios verdes e incluso desvió el cauce del río Llobregat en su tramo final, ahora se quiere respetar lo que queda e incluso potenciarlo con proyectos como un paseo a pie de Montjuïc que conectaría la Zona Franca y el barrio de la Marina del Prat Vermell con el Poble Sec y la zona de Drassanes mediante una actuación simple que borra por completo los planes del gobierno de Xavier Trias de construir viviendas en el Morrot.
Otro reto importante es la movilidad. El espacio está pensado actualmente para ir únicamente en coche y es la opción por la que optan la mayoría de trabajadores. La llegada de la línea 9 de metro al polígono de l’Hospitalet, el norte de la Zona Franca y El Prat ha sido un paso, pero la vasta extensión cercana al puerto sigue totalmente desatendida. De momento sólo tienen fecha de inauguración prevista para este verano las dos paradas que dan servicio al barrio de la Marina, que quedan muy lejos del polígono. Los planes del Ayuntamiento, elaborados con el 2025 en el horizonte, confían en que para entonces los trenes circulen por todo el ramal de la línea 10 de metro.