La Vanguardia

La Zona Franca busca empresas variopinta­s que le insuflen vida

El Ayuntamien­to apuesta por captar nueva actividad y humanizar espacios industrial­es vacíos

- DAVID GUERRERO

El inicio de la producción en serie del Seat 600 en la Zona Franca fue uno de los motores de la industria en el área metropolit­ana de Barcelona hace sesenta años. Los terrenos en los que se construía el mítico vehículo ahora son un gran solar vacío que espera definir su futuro con un nuevo uso adaptado a los tiempos que corren. Las grandes plataforma­s logísticas y las pequeñas empresas con procesos industrial­es innovadore­s están tomando el relevo de las viejas plantas de producción. La llegada de Amazon al polígono de El Prat más cercano al aeropuerto puede considerar­se una de las palancas del cambio al que se enfrenta el gran espacio de actividad económica cercano a la desembocad­ura del río Llobregat.

Los cambios hasta ahora han llecepto gado de forma natural pero el Ayuntamien­to de Barcelona está ultimando un nuevo plan Delta para poner orden y darle un impulso a la actividad económica en la plataforma económica que configura todo el suelo industrial entre el aeropuerto y el paseo de la Zona Franca. El margen de actuación es amplio ya que, según el último estudio elaborado por el Institut Cerdà, un 23% de los terrenos están vacíos, inutilizad­os o sin actividad. La cifra podría haberse reducido hasta el 20% en los últimos meses con la instalació­n de nuevos operadores. Pero el reto va más allá de eso ya que, a la vez, se quiere hacer el lugar más “vivible”. Ese con-

EL DATO

23% del espacio son naves o solares sin actividad

del argot de los técnicos municipale­s vendría a ser algo así como hacerlo más habitable, reconverti­rlo en un espacio agradable, integrado en el continuo urbano metropolit­ano en lugar de un espacio industrial desangelad­o, alejado de todo y sin ningún tipo de servicio. Para ello se antoja imprescind­ible la construcci­ón de gimnasios, restaurant­es y otras actividade­s que insuflen

POSIBILIDA­DES PARA TODOS El plan quiere atraer a emprendedo­res de ámbitos diversos necesitado­s de espacio

COMO SI FUERA UN BARRIO

El gobierno municipal quiere gimnasios, restaurant­es y servicios para los trabajador­es

vida, además de espacios verdes por los que caminar sin que parezca un circuito de obstáculos o un desierto. El desarrollo del nuevo barrio de la Marina del Prat Vermell en los próximos años traerá nuevos vecinos.

La difícil misión ha sido encomendad­a por Ada Colau al gerente del Ayuntamien­to, Jordi Martí, y a Marc García, que dirige la oficina estratégic­a del plan y lleva más de un año trabajando en su definición. Son consciente­s de que la gran transforma­ción urbanístic­a se inició hace más de veinte años con la ampliación del puerto, el aeropuerto y un conjunto de actuacione­s que incluso provocó el desvío del tramo final del río Llobregat. Ahora toca actuar en los usos que deben definir el futuro de un espacio económico que abarca la Zona Franca, la Zona de Actividade­s Logísticas (ZAL) y todo el entorno del aeropuerto de El Prat y el espacio económico de l’Hospitalet con la plaza Europa y Fira Gran Via como epicentros de esta última zona. En su conjunto hay contabiliz­adas 2.811 empresas con 75.847 trabajador­es que generan un valor agregado bruto de más de 5.0000 millones de euros.

Un estudio elaborado por el Institut Cerdà apunta la dificultad de gestión del espacio por la variedad

El nuevo plan Delta preserva todas las zonas de protección ambiental y sólo actúa en terreno económico

de propietari­os y administra­ciones implicadas. Lo más complicado en los meses de diagnosis ha sido poner de acuerdo a todos los actores (el Estado mediante el Consorci de la Zona Franca, la Generalita­t, el puerto, el aeropuerto, Fira de Barcelona, los ayuntamien­tos de l’Hospitalet y El Prat...) para que sus planes estratégic­os vayan a la una y cuenten con espacios institucio­nales de interacció­n y gobernanza compartida. El proyecto más atractivo en el sentido que busca el Ayuntamien­to es el del Consorci de la Zona Franca, que hasta ahora se limitaba a alquilar solares y por primera vez ha planificad­o la construcci­ón de naves en una parte de los terrenos de la antigua Seat para acoger pymes.

El mismo informe apunta que el 43% del espacio lo ocupan actividade­s industrial­es, el 31% logísticas y el 25% son del sector servicios. Las tendencias crecientes son la llamada industria 4.0 –que agrupa el sector tecnológic­o de manera amplia– y la logística, aunque en este punto el director del área de territorio del Institut Cerdà, Lluís Inglada, introduce recomendac­iones que tener en cuenta. “Es un espacio privilegia­do que no se puede hipotecar para hacer cualquier cosa que podría estar en otro sitio, interesa especialme­nte la instalació­n de empresas que utilizan intensamen­te las infraestru­cturas cercanas”, apunta Inglada, que pone como ejemplo de buenas prácticas el caso de Decathlon, con un gran almacén al lado del puerto desde el que se distribuye a plataforma­s de distribuci­ón de toda Europa. Para Inglada es un buen ejemplo de “la vocación transmarít­ima necesaria para este lugar”. La reciente llegada de Amazon a El Prat es otro ejemplo.

Los responsabl­es municipale­s tienen claro que es el momento de aportar valor añadido a la actividad económica en el sentido más amplio y quieren huir de la especializ­ación del suelo industrial. La calificaci­ón urbanístic­a de los terrenos en el Plan General Metropolit­ano (PGM) se interpreta de manera flexible y bajo el mismo epígrafe permite acoger actividade­s industrial­es tradiciona­les y nuevos nichos de emprendedo­res dinámicos de pequeñas y medianas empresas como el que promueve el Consorci.

El documento con el que trabaja el Ayuntamien­to no se olvida del aspecto medioambie­ntal. Las áreas de preservaci­ón natural están igual de bien delimitada­s que las económicas. Si el anterior plan Delta trituró espacios verdes e incluso desvió el cauce del río Llobregat en su tramo final, ahora se quiere respetar lo que queda e incluso potenciarl­o con proyectos como un paseo a pie de Montjuïc que conectaría la Zona Franca y el barrio de la Marina del Prat Vermell con el Poble Sec y la zona de Drassanes mediante una actuación simple que borra por completo los planes del gobierno de Xavier Trias de construir viviendas en el Morrot.

Otro reto importante es la movilidad. El espacio está pensado actualment­e para ir únicamente en coche y es la opción por la que optan la mayoría de trabajador­es. La llegada de la línea 9 de metro al polígono de l’Hospitalet, el norte de la Zona Franca y El Prat ha sido un paso, pero la vasta extensión cercana al puerto sigue totalmente desatendid­a. De momento sólo tienen fecha de inauguraci­ón prevista para este verano las dos paradas que dan servicio al barrio de la Marina, que quedan muy lejos del polígono. Los planes del Ayuntamien­to, elaborados con el 2025 en el horizonte, confían en que para entonces los trenes circulen por todo el ramal de la línea 10 de metro.

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CÉSAR RANGEL Tierra inhóspita. El plan estratégic­o busca hacer más amables las largas calles por las que no transita nadie durante horas
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LA VANGUARDIA
FUENTE: Ayuntamien­to de Barcelona LA VANGUARDIA

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