La Via Laietana quiere aceras nuevas
Los comerciantes insisten en la necesidad de ampliar los espacios para peatones
Hace apenas tres semanas los comerciantes de Via Laietana se reunieron con la concejal del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin, y con la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y una vez más les dijeron que el conocido como el vial más neoyorquino de Barcelona no logrará revitalizarse hasta que el Ayuntamiento amplíe de una vez sus paupérrimas aceras. Todo el mundo sabe que caminar por esta calle no es únicamente desagradallo ble, también resulta estresante. Hay tanta gente en tan poco espacio, el ambiente es tan ensordecedor, que uno se siente invadido por unas ganas tremendas de coger cualquier bocacalle y desaparecer. Pasar por este vial es un engorroso trámite, un peaje que el visitante del centro ha de pagar.
“La reforma de Via Laietana requiere de muchas cosas, pero la ampliación de las aceras es fundamental –explica David González, de la asociación de comerciantes de Via Laietana–. Las que tenemos son demasiado pequeñas, su estado de conservación es muy malo y encima están saturadas. Son insuficientes. Todo ello genera problemas de seguridad y además frena el desarro- económico de la calle. Pocas calles tan céntricas tienen tantos edificios infrautilizados o sin uso”.
Los comerciantes, que cuentan con el apoyo de más de 140 entidades ciudadanas de todos los ámbitos, están dispuestos a sacrificar un carril de circulación. Porque de este modo, de paso, también se vería reducida la terrible contaminación acústica que comporta el tráfico de este lado de la ciudad. “El futuro de Via Laietana pasa por facilitarle la vida a los peatones, por lograr que el tránsito de gente que se mueve entre el Born y el Gòtic sea mucho más fluido y por conseguir que el vial invite de verdad al paseo, a mirar escaparates, a tomarse algo”.
Lamentablemente, agrega González, la reforma integral de la Via Laietana que proponen los comerciantes, que también contempla la renovación de su alumbrado, un nuevo sistema de recogida de basuras y, entre otras muchas cosas, una reordenación de sus semáforos, pasos de cebra y paradas de buses, no se encuentra en estos momentos entre las prioridades de mandato del gobierno de Ada Colau.
“El gobierno municipal está dispuestos a renovar el pavimento y hacer otras actuaciones menores –añade González–, pero la reforma integral no podrá realizarse como muy pronto hasta después de las próximas elecciones. Al menos Pin y Sanz nos aseguraron que quieren elaborar lo antes posible un proyecto que cuente con el apoyo del resto de grupos políticos para que las obras puedan comenzar al principio del próximo mandato”.