La Diputación impulsa una red para potenciar actividades extraescolares
La educación formal, que se evalúa en la escuela, supone, según los expertos, una quinta parte de las competencias que un individuo adquiere a lo largo de su vida. El resto lo conforman aquellos aprendizajes realizados fuera de las aulas: actividades en el campo del deporte, el arte, la cultura u otras vinculadas al ocio. No obstante, así como la educación obligatoria es universal, no es así en el caso de las actividades extraescolares, lo que genera desigualdad social. Recibir, por ejemplo, clases de refuerzo, formación de idiomas o aprender a tocar un instrumento ofrece experiencias positivas, desarrolla el talento y permite adquirir competencias clave en el éxito futuro de niños y adolescentes.
La Diputación, la Fundación Jaume Bofill y la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Catalunya (FMRPC) han firmado una alianza, denominada Educació 360, con el objetivo de promover una plataforma que aglutine a entidades culturales, deportivas y sociales y municipios que garanticen el acceso a la educación no formal a todos los alumnos de Catalunya.
Esta alianza, que fue presentada ayer, parte con un presupuesto de 2 millones de euros para los próximos tres años y cuenta ya con 34 entidades asociadas y 11 experiencias piloto que funcionan desde hace meses en localidades de distinto perfil,tamaño y composición social.
“Este proyecto es un gran reto que no puede desarrollarse de forma individual sino con la complicidad de todos los agentes implicados para garantizar los mismos derechos a todos los niños y jóvenes de Catalunya”, dijo Mercè Conesa, presidenta de la Diputación de Barcelona. En este sentido, las instituciones implicadas valorarán, con las escuelas, la forma de generar y reordenar los recursos existentes en la comunidad. “El potencial es enorme”, subrayó Ismael Palacín, director de la Fundació Jaume Bofill, que propone la posibilidad de utilizar tiempos (los patios escolares, las tardes, fines de semana, veranos, vacaciones) como espacios (escuelas de música, pabellones deportivos, museos o el mismo centro escolar en tiempo de recreo o al finalizar la jornada lectiva).
“El primer año se recogerán los indicadores sobre dónde está la oferta y dónde las oportunidades y se buscarán soluciones adaptadas a cada contexto”, indicó Carles Barba, director de Educació 360. Además, se pretende influir en las políticas educativas para que contemplen la educación de los menores en su totalidad y no sólo en su aspecto formal, de modo que cuenten en el currículum del alumno las competencias adquiridas fuera del horario escolar.