La Vanguardia

Poirot contra Salvador Espriu

BCNegra arranca con un homenaje a Jaume Fuster, a los veinte años de su muerte

- XAVI AYÉN

Alos veinte años de su muerte, el legado del escritor Jaume Fuster (1945-1998) fue reivindica­do ayer, en el arranque del BCNegra, como gran pionero de una concepción moderna del género. Fuster revolucion­ó la literatura policiaca de los años setenta no sólo como autor, sino como editor, traductor, teórico y activista.

La editorial Alrevés acaba de publicar la biografía Jaume Fuster, gènere negre sense límits, del profesor de la Universida­d de Salamanca Àlex Martín Escribà (Barcelona, 1974), quien destaca que a este discípulo de Manuel de Pedrolo –de quien este año, por cierto, se conmemora el centenario– “le obsesionó crear una literatura popular catalana de gran éxito comercial. Él lo que quería era que lo leyeran, a él y a todos los otros autores, cuanta más gente, mejor para contribuir a la normalizac­ión del catalán”, de aquí que en 1985 titulara un artículo suyo en Avui de la manera que encabezamo­s este: “Hércules Poirot contra Salvador Espriu”. En ese texto, desde sus conviccion­es progresist­as, distinguía entre “literatura de consumo”, la que según él sólo quiere “alcanzar el mayor número posible de lectores” y que en el fondo favorece el statu quo, y la “literatura popular”, “los intereses de la cual van ligados a los intereses de las clases mayoritari­as”, una literatura que aspira a ser “abierta y crítica” y “se enfrenta a las concepcion­es clasistas”. Para Fuster, hay un tercer apartado, la “literatura de alta cultura”, que puede servir tanto para defender a “la clase dominante” o para elevar “el rigor intelectua­l” de la gente.

Como autor policiaco, Fuster fue sobre todo padre de dos investigad­ores, que apareciero­n en diferentes libros, el amateur Enric Vidal (De mica en mica s’omple la pica) y Lluís Arquer (Les claus de vidre), este ya con licencia oficial y De mica en mica... nació, explica el propio Fuster, “como una necesidad de explicar una historia política (...) Yo tenía una informació­n que me había pasado un periodista, Joan-Anton Benach, un miembro de la nueva escuela de periodista­s comprometi­dos (...) que permitió buena parte de la transición”. Benach le habló “de una persona importante, conocida, que pasaba su dinero a Suiza y que al mismo tiempo había cerrado la fábrica alegando quiebra. Y yo me hice la pregunta: ‘¿Y cómo se hace, eso de pasar tanto dinero?’, porque no era la época de la ingeniería económica, como hoy, sino que el dinero tenía una presencia material, el dinero eran billetes”.

Sus novelas estuvieron, durante una época, repletas de juegos intertextu­ales y guiños a los clásicos del género, en especial Tarda, sessió contínua, 3,45 (de 1976, con Bogart en la portada) y Les cartes d’Hèrcules Poirot (1983). El afán experiment­al, explica Martín Escribà, sin perder nunca la conexión con el público, “le llevó a firmar varias obras interactiv­as, donde el lector podía escoger diferentes recorridos e incluso plantear los enigmas policiacos como si fueran pasatiempo­s”, con las soluciones de quién era el criminal al final del libro.

La Barcelona del Barrio Chino –entonces, denominado el distrito V– fue uno de sus escenarios predilecto­s, aunque “también hizo circular a los personajes por Pedralbes o Sant Andreu, así como por todos los Països Catalans o ciudades como Nápoles y Nueva York”.

Martín no tiene dudas, además, de que Fuster dirigió de manera anónima la segunda etapa de la colección Seleccions de La Cua de Palla, de Edicions 62, al menos entre los números 34 y 48, hasta que se hizo cargo Javier Coma a partir del número 50. También imprimió su sello a La Negra de La Magrana.

La biografía menciona sus influencia­s, de los clásicos norteameri­canos (Hammett, MacDoclien­tes.

nald, Chandler) o británicos (Greene)- pero también de franceses cono Manchette y por supuesto catalanes como Maria Aurèlia Capmany o Terenci Moix, “cuando todavía se llamaba Ramon”. Y muestra lo que era su canon, una lista de novelas y autores, que incluye nombres como Conan Doyle, Poe, Higsmith, Thompson, Le Carré, Simenon y, atención, en el apartado “español y latinoamer­icano”, sólo seis nombres: Borges y Bioy Casares (por Seis problemas

para don Isidro Parodi), Juan Madrid, Manuel de Pedrolo, Ferran Torrent y Manuel Vázquez Montalbán.

Aparte de ocuparse de su papel dentro del colectivo Ofèlia Dracs, que reivindica­ba y ponía en práctica diferentes géneros populares, Martín muestra cómo Fuster hizo también una cosa muy difícil: crear un lenguaje criminal catalán, con profusión de diálogos. Si bien no se podía basar, sociológic­amente, en atracos reales que se produjeran en esta lengua, el habla de los malhechore­s de sus novelas “incorpora, en una estructura base de catalán estándar, elementos del caló gitano, del argot juvenil de la época y de los barrios bajos de la ciudad”. Popularizó algunas palabras y expresione­s, como “pinxos”, “set-ciències” o “fer la pell” pero no tuvo éxito en otros, como “lladres i serenos” para referirse al género en su conjunto. Vinculado al mundo audiovisua­l, trabajó también para el teatro, el cine y la televisión, también explorando fórmulas interactiv­as o que hacían trabajar las células grises de los espectador­es.

Una mesa redonda comentó ayer, en la biblioteca que lleva su nombre, varios aspectos de la obra y vida de Fuster, con Margarida Aritzeta, Maria-Antònia Oliver, Àlex Broch y Rafael Vallbona. Asimismo, dentro del BCNegra, el librero británico Joseph Knox habló a la prensa de su debut narrativo, Sirenas (Roja y Negra), que inaugura la saga del detective Aidan Waits, que en esta primera entrega se infiltra en el círculo del señor de la droga de Manchester, la ciudad donde Knox creció, y a la vez investiga la desaparici­ón de la hija de un poderoso político local. Knox describe el Manchester noctámbulo –donde trabajó de barman– y dice que “cuando se marcharon las fábricas, se instalaron en su lugar los prejuicios, el racismo y una rabia reaccionar­ia”.

Poco a poco se llena el BCNegra...

Fuster creó a los investigad­ores Enric Vidal, amateur, y Lluís Arquer, con licencia

En su lista de grandes autores ‘negros’ figuran Borges, Juan Madrid o Torrent

 ?? MONTSE GIRALT ?? Un ‘Torpedo’ en la plaza Lesseps. BCNegra inauguró ayer, en la biblioteca Jaume Fuster, la exposición Jordi Bernet, fundido en negro, que, comisariad­a por Joaquim Noguero, repasa la trayectori­a del dibujante, con especial protagonis­mo para el personaje...
MONTSE GIRALT Un ‘Torpedo’ en la plaza Lesseps. BCNegra inauguró ayer, en la biblioteca Jaume Fuster, la exposición Jordi Bernet, fundido en negro, que, comisariad­a por Joaquim Noguero, repasa la trayectori­a del dibujante, con especial protagonis­mo para el personaje...
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EFE Jaume Fuster, en 1991

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