El ‘procés’ sube a escena en el Lliure a través de la mirada de once dramaturgos
Las obras, de 10 minutos cada una, se verán los días 12 y 19 en el teatro de Gràcia
El procés llega al teatro. En concreto, al Teatre Lliure. Y lo hace a través de las miradas de nada menos que once dramaturgos, que van de Sergi Belbel a Victoria Szpunberg, de Marc Artigau a Helena Tornero o Clàudia Cedó. Autores que han acabado retratando desde la caída de las porras el 1-O hasta la guerra de banderas. Todo mediante obras de diez minutos de duración y para tres actores como máximo que se podrán ver en forma de lecturas dramatizadas, en dos sesiones de cinco y seis piezas, los días 12 y 19 de febrero en el Lliure de Gràcia. Cápsulas teatrales que llevan títulos tan llamativos como Traïció, Constitució, You say you want a revolution o Contra la pàtria.
Sin duda, una de las obras más llamativas será la de Victoria Szpunberg, que ha dicho que sí por amistad: Txell Bonet y su marido Jordi Cuixart son los padrinos de su hija. “Hemos vivido el acontecimiento de forma muy personal –cuenta la autora–, y cuando me llamaron para hacer una obra no tenía ganas de hablar de ello. Pero justamente en ese momento llegó a casa una carta de Jordi para mi hija. Cuando la leí, lloramos, y sentí que debía hacerlo. Pensé trabajar con ese material, pero lo veía pornográfico, y al final decidimos que la obra sería con Txell en escena, pero que no haría de ella misma porque el teatro no es TV3 ni las manifestaciones, es un espacio artístico con otro código”.
Lluís Pasqual, director del Teatre Lliure, recordó en la presentación de En procés, que así se llama el proyecto, que a él le gusta mucho “un teatro que acostumbran a hacer con frecuencia los ingleses, un teatro de emergencia que te encuentras en
festivales como Edimburgo, donde siempre en alguna sala hay un montaje con una noticia aparecida en los periódicos por la mañana”. Siguiendo esa idea, y la máxima de que “lo que se puede decir desde una plaza se puede decir también desde el teatro”, Pasqual telefoneó a uno de los dramaturgos con más empuje de las últimas hornadas, Joan Yago –del que en breve se volverá a ver Firefly y su adaptación teatral de El fantasma de Canterville–, y le preguntó si le parecía que desde el teatro podrían articular “una reflexión poética de lo que nos sucede”, sobre tantas “sensaciones muy diferentes, entre las que hay impotencia, qué puedo hacer o decir, una impotencia que puede ser útil y puede generar resultados interesantes”.
Yago dijo que sí, habló con numerosos compañeros dramaturgos y once respondieron que sí. Además de Belbel, Szpunberg, Cedó, Tornero y Artigau, estarán presentes con sus cápsulas teatrales Esteve Soler, Guillem Clua, Lali Álvarez, Llàtzer Garcia, Marta Galán y Cristina Clemente. “He leído cinco textos de los 11 –señala Pasqual– y he encontrado en ellos una palabra muy vieja, que es la universalidad de los pequeñísimos conflictos que se van produciendo. Todos tienen una gota de poesía, poesía amarga, pero la tienen. Y todos han intentado poner un poco de humor y tienen una voluntad
Txell Bonet, la mujer de Jordi Cuixart, interpretará la obra que escribe Victoria Szpunberg
de ligereza, algo que está muy bien. Quiero agradecerles las ganas y el compromiso de abordar un tema en el que hay días que lo que escribes por la mañana ya no sirve por la tarde”.
Pasqual concluye además que el proyecto no se acaba aquí y dice que le gustaría, si el procés se alarga, “y parece que se alargará, llamar a seis autoras y seis autores de eso que llamamos Madrid para confrontar cómo se vive desde otros lugares”.