Arabia Saudí saca 86.000 millones de euros de sus corruptos
La oscura y masiva purga anticorrupción lanzada en noviembre por el príncipe heredero de Arabía Saudí se saldará con más de 86.000 millones de euros ingresados a las arcas del reino a través de los “acuerdos financieros” pactados con las decenas de príncipes, ministros y prominentes empresarios detenidos en la operación.
Así lo anunció ayer el fiscal general saudí, el jeque Saud al Moyeb, quien dijo que los acuerdos alcanzados incluyen incautación de propiedades inmobiliarias, empresas, activos financieros y dinero, sin entrar en detalles. El fiscal general precisó que un total de 381 personas han sido interrogadas en el marco de la campaña anticorrupción y que 56 siguen detenidas.
El anuncio parecía diseñado para que el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, el hijo de rey y hombre fuerte del reino, se colgase una medalla. Él fue el artífice de esta campaña anticorrupción que conmocionó a Arabia Saudí –y a los observadores extranjeros– tanto por su amplitud como por el peso de los detenidos, entre los cuales había varios de los nombres más poderosos del país. Fueron recluidos en el hotel RitzCarlton de Riad, convertido en una especie de prisión de lujo.
Cuando se produjeron las detenciones, Mohamed ya predijo que las arcas estatales recuperarían unos 100.000 millones de dólares de los corruptos. La cifra anunciada ayer fue de 400.00 millones de riales, que son 107.000 millones de dólares o 86.000 millones de euros.
La economía saudí ya no es lo que era. La inyección de capital, si se confirma, sería una gran noticia para las arcas, diezmadas por la caída del precio del petróleo. El déficit previsto en el presupuesto de este año es de 195.000 millones de riales.
Sin embargo, es muy difícil verificar si la cantidad oficial es real. Las autoridades se han negado a detallar los cargos presentados contra los acusados ni el contenido de los acuerdos alcanzados. La única cifra concreta que se ha dado, de momento, son los 1.000 millones de dólares que según fuentes oficiales ha pagado el príncipe Miteb bin Abdulah, el hijo del difunto rey y que durante mucho tiempo fue favorito a subir al trono. Su detención, así como de otros rivales de Mohamed, hizo sospechar a muchos que detrás de la supuesta campaña anticorrupción, muy popular entre la población saudí, se escondía una operación política del príncipe heredero para eliminar a sus adversarios.
Entre los detenidos, ya liberados, está el multimillonario príncipe Alualid bin Talal o Ualid al Ibrahim, jefe de la cadena de televisión en árabe por satélite MBC. Aunque fuentes oficiales aseguran que ambos admitieron “delitos”, sin especificar, tanto el uno como el otro han insistido públicamente que son inocentes y que todo ha sido un “malentendido”.
Del total de
381 detenidos en noviembre por corrupción, sólo 56 siguen bajo arresto