“Investid presidente u ocupamos el Parlament”
Los manifestantes rompieron el cordón policial y centenares acamparon en la Ciutadella hasta poco antes de medianoche
Carles Puigdemont empezó la jornada recordando vía redes sociales que ayer era el día mundial de la No Violencia y de la Paz. El independentismo no se la compró a rajatabla, esta conmemoración del asesinato de Mahamat Gandhi, y ayer pasó de las manifestaciones familiares y coloridas a la tensión con los Mossos d’Esquadra.
La suspensión del autogobierno en Catalunya enoja al soberanismo, pero la decisión del presidente del Parlament, Roger Torrent, de aplazar la sesión de investidura hasta que el Tribunal Constitucional resuelva todas las alegaciones echó más leña al fuego. Entre caretas de Puigdemont, la gran mayoría de los manifestantes se mostraron pacíficos, pero a partir de las 4 de la tarde traspasaron varias veces los cordones policiales montados en el parque de la Ciutadella y se plantaron ante el Parlament. Además, increparon a medios de comunicación y a la policía, cosa que provocó cargas a porrazos con el resultado de 27 heridos leves entre congregados y los mossos y dos personas detenidas.
También fueron especialmente increpados los diputados de Ciudadanos que abandonaron a media tarde la Cámara catalana en medio de una retahíla de insultos. El grito “O investís presidente u ocupamos el Parlament” de los congregados ante las puertas de la Cámara catalana no se tomó ni siquiera como una amenaza, pero da cuenta del hartazgo y del ambiente vivido por la tarde.
Los partidos políticos independentistas evidenciaron ayer divisiones. Pero también la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, por un lado, y los Comitès de Defensa de la República (CDR), vinculados en buena parte con la CUP, por el otro. Divergieron en las estrategias. Mientras los primeros se desvincularon de la concentración de delante de las puertas del Parlament, los CDR decidieron pasar la noche hasta que se convoque la investidura. Arran –formación de jóvenes vinculada a la CUP– replicó a la ANC: “Compañeras de la ANC: ¡aquí no se desconvoca nada! ¡Basta de desmovilizar!”. El ambiente mejoró al llegar la oscuridad. Centenares de personas se congregaron para pasar la noche ante el Parlament, aunque finalmente optaron por retirarse pasadas las 23 horas después de hablar con los Mossos.
Todo lo vivido por la tarde contrastó con las movilizaciones del mediodía. La ANC y los CDR se concentraron pacíficamente en torno a la Ciutadella. La Assemblea congregó a miles de personas para hacer una marcha desde la plaza Sant Jaume de Barcelona hasta el paseo Lluís Companys. Los manifestantes corearon “Es Puigdemont, nuestro presidente”. En su discurso, el vicepresidente de la entidad, Agustí Alcoberro, aseguró que, “a pesar de entender los razonamientos técnicos” aducidos por Torrent, “se tiene que escuchar la voz del pueblo que ya se ha pronunciado el 21-D, el 1-O o el 27-S”.
Menos numerosa fue la movilización a aquellas horas de los CDR en el paseo Picasso, junto a la Ciutadella. Los manifestantes gritaron “1 de octubre, ni olvido ni perdón” o “Hemos votado y no se ha respetado”. Coincidieron con una veintena de manifestantes contrarios a la independencia. Los dos grupos permanecieron separados a diez metros, sin incidencias destacables. Los manifestantes independentistas recibieron con grandes ovaciones a los miembros de la CUP, que se sumaron a la concentración, y posteriormente a los diputados de JxCat al grito de “Ni un paso atrás”.
Mientras la ANC daba por finalizadas las protestas, los CDR llamaban a manifestarse ante la Cámara