Intenso crecimiento económico
LA zona euro ha recuperado los niveles de crecimiento que tenía hace diez años, antes de la gran crisis. Los diecinueve países que comparten la moneda única han crecido de promedio en el 2017 un 2,7%, por encima incluso de Estados Unidos por segundo año consecutivo, debido al buen comportamiento de la demanda interna y del comercio exterior. El crecimiento de España fue superior: del 3,1%. Es un porcentaje elevado, pero que, sin embargo, marca una cierta desaceleración frente al 3,3 % del 2016 y el 3,4% del 2015, así como con respecto al 3,2% que inicialmente se había previsto. Para este año el Gobierno espera crecer otro 3%, siempre que no lo impida la incertidumbre generada por las tensiones políticas en Catalunya.
La desaceleración del crecimiento económico que se ha registrado en el 2017 la había atribuido inicialmente el Banco de España, precisamente, a las tensiones políticas en Ca tal un ya durante el cuarto trimestre. Pero el ministro de Economía, Luis de Guindos, así como algunos analistas han desvinculado ambos factores. El primero lo atribuye a que también la economía europea ha crecido ligeramente menos de lo que se esperaba. Los segundos, en cambio, creen que dicha desaceleración obedece a que el comportamiento del empleo en dicho cuarto trimestre, pese a ser muy positivo, fue más débil de lo previsto.
La Cambra de Comerç de Barcelona, sin embargo, advierte que en el cuarto trimestre del año pasado la economía catalana creció a menor ritmo que la española: un 0,5% frente a un 0,7%, si bien en el conjunto del año creció una décima más, hasta el 3,2%, a causa de la intensa dinámica de los trimestres anteriores. De cara al 2018, por tanto, alerta de los daños que puede causar la incertidumbre política en Catalunya y la falta de un gobierno estable en la Generalitat. Entre otras cosas se corre el riesgo de que la conflictividad institucional afecte negativamente a la decisión de localización de empresas y atracción de talento, tanto en Catalunya como en el resto de España, lo que podría anticipar un debilitamiento de la inversión.
En cualquier caso, como dice el presidente de dicha institución, Miquel Valls, la actual situación política impide que Catalunya aproveche las oportunidades de mayor progreso que ofrece la excepcional expansión que registra la economía internacional. Lo mismo puede decirse también, lamentablemente, del conjunto de España, que lleva tres años perdidos sin afrontar las reformas que necesita la economía para consolidar su crecimiento futuro. Es urgente encontrar un escenario de soluciones políticas que permita volver a colocar la economía y la creación de empleo como principales prioridades. No hay que olvidar que la tasa de paro del país todavía dobla la europea.