La 080 Barcelona Fashion remueve sentimientos en la pasarela
La jornada de ayer de la 080 mostró el espíritu reivindicativo de algunos diseñadores
Aunque a veces la moda es calificada de frívola, los que se dedican a ella se la toman muy en serio: genera negocio y es una expresión artística a través de la cual expresan sentimientos. Ayer en la 080 Barcelona Fashion se vio este lado formal de la moda, aunque a veces el aspecto del público pueda despistar. En el
showroom, la parte comercial de la 080 donde también participa el clúster catalán del textil (Modacc), 20 marcas de mujer y accesorios exponen sus productos. En esta ocasión, además de compradores españoles y catalanes han venido 20 internacionales procedentes de Reino Unido, China, Polonia, Japón, Holanda, Francia, Bélgica, Singapur, Corea del Sur, Finlandia, Suecia y Estados Unidos, entre otros. En cada una de las cuatro ediciones anteriores el volumen de negocio ha sido de dos millones de euros entre ventas directas, pedidos y acuerdos de distribución.
La pasarela, la parte más glamurosa de la moda, es donde los diseñadores muestran sus sentimientos a través de sus colecciones. “La ropa de autor nace de las experiencias
y de cómo te sientes”, afirma Txell Miras, cuya colección, Akelarre, está inspirada en la caza de brujas de la Santa Inquisición, donde el blanco es el color del poder y el negro el del terror. “He querido encajar un tema histórico y eclesiástico con el momento actual, en el que vivimos de indignación, miedo y censura”, explica. La superposición de las prendas está muy presente, y el volumen, sobre todo en las mangas.
Para Miriam Ponsa “la moda es mi forma de expresión y una necesidad”. Su colección, llena de oversizes en negro, gris y morado y con la técnica del transfer como novedad, está inspirada en la marcha de la sal que realizó Gandhi en 1930 como protesta pacífica. “Hacía tiempo que quería inspirarme en las minas. Encontré este episodio de Gandhi que guarda cierto paralelismo con el momento actual”, explica. Por eso la iluminación de su desfile ha sido amarilla, y en el look final la modelo ha desfilado con una capa negra cordada en amarillo.
Por su parte, Albert Villagrasa, el director creativo de la firma Antonio Miró, ha recordado su infancia de montaña, bosque y campamentos en la colección Trekking. “Es una reflexión sobre aquellos valores que nos inculcaban, como los de la amistad”, explica Villagrasa. Esto se traduce en prendas de cuadros, gabardinas, capelinas y aplicaciones de piel. La nadadora Ona Carbonell ha sido la estrella de la pasarela, en la que se ha mostrado una colección cápsula infantil.
La jornada de ayer en la pasarela tuvo también otros nombres propios como Jnorig (la firma de Javier Girón) con su ropa de street masculino de líneas geométricas inspirada en los inuits y en los semitas. Desfiló conjuntamente con la firma debutante Mans Concept & Menswear (del sevillano Jaime Álvarez Pérez), que quiere revolucionar la sastrería cambiando las formas y añadiéndole prendas informales. Óscar León, por su parte, después del rosa con el que inundó su colección de verano, ha vuelto de nuevo a apostar por las mujeres cañeras y guerreras, una idea que se traduce en pantalones, camisas y camisetas con mensaje en negro, crudo y caqui.
Pablo Erroz presentó más modelos de hombre que de mujer con un estilo más deportivo siguiendo el nombre de su colección Goals (metas). Krizia Robustella, la diseñadora de los chándals urbanos y sudaderas sin género, desfiló con una divertida colección en la que ironizaba sobre las falsificaciones de marcas. La jornada acabó con el desfile de la marca Sweet Matitos, que en su segunda participación en la 080 remarcó sus líneas estéticas en la colección Winter Ball Season, donde tienen cabida propuestas sofisticadas, románticas y confortables.
Miriam Ponsa y Txell Miras han plasmado en sus colecciones las sensaciones que están viviendo actualmente