El Ayuntamiento no renuncia al Palau d’Esports para sala policial
El Ayuntamiento de Barcelona no renuncia a su proyecto de convertir el antiguo Palau d’Esports de la calle Lleida en la futura sala policial conjunta de la ciudad. Y no lo hace pese a la complejidad del proyecto, ya que el edificio está catalogado y protegido. Aun así, el Consistorio de Ada Colau sigue buscando una fórmula para meter allí a los guardias urbanos, mossos d’esquadra, bomberos y técnicos que ahora trabajan en la denostada actual sala de coordinación policial, en un sótano también de la calle Lleida.
Que el Consistorio no renuncia a su proyecto lo confirmó anoche a este diario un responsable del Ayuntamiento después de que un sindicato de la Guardia Urbana, el CSIF, enviara una carta a la alcaldesa en la que le propone levantar esa futura sala conjunta en el solar que ocuparon los antiguos juzgados de Barcelona, en el paseo de Lluís Companys.
Esa propuesta tampoco era nueva. Hace un año, el sindicato mayoritario de la policía municipal Sapol ya planteó esa alternativa, y el Consistorio le respondió que el proyecto era inviable. Pero lo cierto es que el Ayuntamiento sí tiene puesto un ojo en esos terrenos. De hecho son de propiedad municipal, aunque cedidos para equipamiento judicial. En ellos se levantará la futura Audiencia de Barcelona. Pero el terreno es grande, y el Ayuntamiento, concretamente el comisionado de Seguridad, espera que en esos metros cuadrados haya posibilidad de ubicar la futura comisaría de la Guardia Urbana de Ciutat Vella. El proyecto es embrionario, pero es una opción, ya que la actual dependencia policial de la policía municipal en la Rambla se ha quedado pequeña.
Hace años que los sindicatos de la Guardia Urbana, Sapol, UGT y CCOO, reclaman al Consistorio una nueva ubicación para la sala conjunta. Reivindicación a la que se han unido los representantes sindicales de los Mossos y de los Bomberos. La denuncias en inspección de trabajo se acumulan, y los sindicatos insisten en que las cinco muertes por cáncer de trabajadores de la sala “no son una casualidad” y las atribuyen a las pésimas condiciones laborales de un edificio que se escogió de manera temporal.
El equipo de gobierno de Colau asume la necesidad de trasladar la sala conjunta y conseguir un espacio propio para reunir cuando sea necesario el Cecor, el centro de coordinación de emergencias de Barcelona. Los atentados de la Rambla en agosto demostraron la necesidad de tener esa instalación, y la propia alcaldesa se comprometió en una Junta de Seguridad, tras los atentados, a ceder el Palau d’Esports para esa función.
Los distintos grupos de la oposición en el Consistorio han respondido con otros proyectos para ese equipamiento, entre ellos, que vuelva a ser un espacio deportivo. Lo cierto es que el Consistorio tiene muy avanzado el proyecto, con maqueta incluida, que ha podido ver ya algún representante sindical. Y hoy por hoy, es la única opción que el equipo de gobierno estudia.