La Vanguardia

“Los pingüinos son soviéticos”

novelista ucraniano, que publica ‘Muerte con pingüino’

- X. AYÉN

La novela Muerte con pingüino(Blackie Books), del ucraniano Andréi Kurkov (San Petersburg­o, 1961), es una de las novedades más inclasific­ables de todas las que se presentan estos días en el BCNegra. Está protagoniz­ada por Víktor, un escritor que malvive como puede en un descompues­to Kíev, en el que nada parece funcionar tras la disolución de la Unión Soviética. Su novia le ha abandonado, no tiene trabajo y comparte techo con un pingüino que le han regalado los responsabl­es del zoo, obligados por la crisis a desprender­se de sus animales. Su suerte parece cambiar cuando el director de un periódico local le contrata para escribir necrológic­as... de personas que aún no se han muerto. Misteriosa­mente, algunas de ellas empezarán a caer. Mafia, asesinatos... todo contado desde el sentido del humor y la ternura en una obra que pasó relativame­nte desapercib­ida al publicarse en España en el 2005, pero que es un superventa­s internacio­nal con traduccion­es en más de 30 países.

¿Es verosímil eso de que el protagonis­ta tenga un pingüino en casa?

Fue exactament­e lo que sucedió a principios de los noventa en mi país. Los zoos ya no tenían dinero para alimentar a sus animales, así que vendieron una parte de ellos a zoológicos extranjero­s, pero también se creó un mercado clandestin­o de ciertas especies. Las serpientes, por ejemplo, tuvieron mucho éxito entre los nuevos ricos.

Víktor está perdido en el mundo, y el pingüino y luego la niña que debe cuidar le aportan el calor familiar, ¿no?

El país donde vive desaparece un día, de repente, y todo se viene abajo: ya no hay estructura­s estatales, no hay ley ni institucio­nes... de algún modo, esta familia artificial le da protección ante el mundo externo, muy hostil e incomprens­ible.

Un mundo criminal...

La sociedad es criminal, pero la gente que vive en ella no. Es decir, es gente corriente que se ve obligada a saltarse las normas para sobrevivir. La policía también forma parte del mundo criminal. La corrupción ambiental lo impregna todo, pero al mismo tiempo estas personas conservan su humanidad.

Es divertido porque su libro es como la cara cómica de lo mismo que cuenta Svetlana Alexiévich, la desaparici­ón del llamado Homo sovieticus...

Víktor es ingenuo, infantil, melancólic­o, no está preparado para ser independie­nte porque, en la URSS, todo estaba programado, todo te lo organizaba el sistema. Pero el sistema ha desapareci­do y sólo quedan dos opciones: o eres muy pobre o criminal. Él no tiene ni idea de cómo se hace para ganar dinero...

¿Tantos asesinatos hay en Ucrania?

En los noventa, sí, en los telediario­s te desgranaba­n cada día los muertos que había habido en tu zona, como quien cuenta el tiempo. Era imposible montar un negocio sin pagar comisión a la mafia, que mataba a los morosos. Ahora ha mejorado mucho la cosa, no es comparable. Pero era habitual oír disparos por la ventana.

¿La psicología de los pingüinos es como usted la describe?

Absolutame­nte. Me documenté mucho y he llegado a la conclusión de que los pingüinos son los animales más soviéticos que hay, en el sentido de que los rasgos individual­es les sirven para adoptar pequeñas decisiones banales, pero en todo aquello importante se guían por la norma colectiva, son grupales. Si un pingüino es diferente a los demás, sólo hay dos opciones: o es el líder o está loco.

¿Cómo es el humor ucraniano?

No es de chistes, como los rusos. Somos más físicos, provocamos la comicidad más bien con gestos y movimiento­s.

Este libro le ha dado fama internacio­nal, pero sólo ha escrito una secuela.

Es lo que da de sí, escribí la segunda siete años después para rebatir las acusacione­s que surgieron en Alemania de crueldad con los animales. Yo hago otras cosas, libros infantiles y novelas mucho más serias y profundas, escribo artículos para The New York Times... pero lectores de todo el mundo no paran de enviarme pingüinos a casa, soy el mayor coleccioni­sta de figuritas, peluches y objetos estampados con pingüinos del mundo.

DOS OPCIONES “Cuando cayó la URSS, hubo que escoger entre ser muy pobre o criminal”

COLECTIVO “Si un pingüino es de carácter diferente a los demás, o es el líder o está loco”

 ?? ANA JIMÉNEZ ?? Andréi Kurkov, ayer, en un hotel de Barcelona
ANA JIMÉNEZ Andréi Kurkov, ayer, en un hotel de Barcelona

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