El Gobierno apremia a desbloquear la situación al independentismo
El portavoz advierte a Torrent que “no es buena la solución de no tomar decisiones”
“España es un gran país y hay muchos motivos para sentirse orgullosos de ser españoles. Entre ellos, que supone participar de un sentimiento que no va contra nada, porque es integrador, inclusivo, y nos ha dado el éxito como nación”. Tras la cita del Consejo de Ministros, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se desplazó ayer hasta Elx –para celebrar el 50º. aniversario del aeropuerto de El Altet–, donde celebró con estas palabras el anuncio del aumento de la previsión de crecimiento de España para este año, del 2,3% al 2,5%. Y es que el Gobierno considera que aunque la situación política de Catalunya sigue sin despejar sus principales incógnitas, el retorno a la normalidad y la legalidad, y el adiós a “la desobediencia y el unilateralismo”, ya es inevitable después de que se le hayan cerrado todas las puertas a Carles Puigdemont.
Tras haber forzado la máquina hasta límites insospechados la semana pasada –con la impugnación ante el Tribunal Constitucional que acabó vetando toda posible investidura de Puigdemont–, el Ejecutivo busca ahora que todo caiga por su propio peso, sin tener que asumir más costes políticos. Así pues, el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró ayer que el Gobierno deja en manos del presidente del Parlament, Roger Torrent, la propuesta de un nuevo candidato a la investidura “sin cuentas pendientes con la justicia”. Y también que deja en manos de los letrados del Parlament la decisión de si ya está en marcha el plazo de dos meses para lograr la investidura de un nuevo presidente de la Generalitat, después de que la sesión del pasado martes quedara aplazada. Méndez de Vigo corrigió así, en todo caso, al ministro de Justicia, Rafael Catalá, que el jueves advirtió de que el Gobierno podría buscar otra interpretación en caso de que el informe de los letrados no le convenza. “Estaremos a lo que digan los letrados del Parlament”, insistió ayer repetidas veces el ministro portavoz.
Pero el Gobierno no quiere que se vuelvan a repetir las elecciones en Catalunya, al tiempo que prevé que en apenas dos meses todos los procesados estén inhabilitados, por lo que apremió en todo caso a la mayoría independentista en el Parlament a desbloquear la situación. El argumento de la Moncloa es que si dichas fuerzas independentistas sueñan con que se levante el 155 en Catalunya, sólo tienen que formar un nuevo Govern. En su mano está.
El ministro portavoz reiteró que, gracias a la impugnación del Gobierno, el TC impidió cualquier fórmula para la investidura de Puigdemont. “El ridículo que habríamos podido hacer no hubiera tenido antecedentes en ninguna democracia europea”, dijo ante el riesgo de que el Parlament hubiera investido a un presidente “prófugo de la justicia por delitos muy graves”. Ahora, celebró, “esa investidura es simplemente imposible”. Además, dijo tener la sensación de que Puigdemont “no tiene previsto venir a España”, en alusión a la villa que habría previsto alquilar en Waterloo. “El final del imperio de los mil días de Napoleón Bonaparte”, ironizó.
E instó al expresident a “no entorpecer más” la situación. Así que ahora, aseguró, “lo que marca la lógica es que el presidente del Parlament haga una ronda con los grupos parlamentarios y vea cómo salir de esta situación”. “No es buena esta solución de no tomar decisiones”, apremió. “Había en todo este tiempo mucha fuerza en el derecho a decidir... y ahora resulta que algunos no deciden nada”, volvió a ironizar.
En último extremo, Méndez de Vigo asumió la misma estrategia que el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, al reclamar que la candidata más votada el 21-D, Inés Arrimadas, dé un paso al frente y se presente a la investidura. No tendría mayoría para lograr la investidura, pero pondría en marcha el reloj que se paró el pasado martes, al margen de la decisión sobre los plazos que adopten los letrados del Parlament. El ministro portavoz aprovechó la inminente cita que mantendrán los equipos de Albert Rivera y Pablo Iglesias para intentar forjar un frente común en la reforma electoral. “Si el Gobierno sugiere al presidente del Parlament que, puesto que es imposible investir a alguien que está fugado y en
La Moncloa recuerda al bloque independentista que si quiere levantar el artículo 155, sólo tiene que formar Govern
Méndez de Vigo insta a Arrimadas a dar un paso al frente; y el PSOE, por boca de Calvo, se desmarca
busca y captura, lo lógico es que abra consultas para proponer a otra persona, lo lógico también es que Cs, que es el primer partido en Catalunya, hiciera algo”, advirtió. Y si Cs y Podemos están dispuestos a llegar a un acuerdo para reformar el sistema electoral, “sería bueno que también hablaran en Catalunya, a ver si pueden desbloquear la situación”.
Y, en el PSOE, Carmen Calvo corrigió a su vez a Óscar Puente, quien se había sumado a la tesis de que Arrimadas mueva ficha. “Nosotros no tenemos la posición de Albiol –zanjó Calvo–. Estamos en que haya una candidatura viable”. Y la aritmética parlamentaria, argumentó, es la que es. La exministra instó así al bloque independentista a presentar un candidato alternativo a Puigdemont, para que se pueda formar pronto un nuevo Govern, ya que “parece que nadie quiere elecciones”. Y el PSOE tampoco.