Nadie en la nueva casa de Puigdemont
El entorno del expresident y la inmobiliaria guardan silencio sobre el chalet de Waterloo
Mutismo absoluto de Carles Puigdemont y de su entorno sobre su posible domiciliación en una villa de Waterloo, población situada a 20 kilómetros al sur de Bruselas, Ni confirman ni desmienten. Callan después de que el periódico belga L’Echo destapara que había alquilado una casa de 500 m2 al precio de 4.400 euros mensuales. El periodista que publicó la información detalló a La Vanguardia como, a raíz de la noticia, el contrato se tambaleaba y podía anularse. Un punto no confirmado, dado que la inmobiliaria, Immo Dussart, se ha negado en redondo a comentar esta operación.
Waterloo se convierte, pues, en un nuevo capítulo sobre el domicilio itinerante de Puigdemont en Bélgica. En sus primeros días se alojó en el hotel Chambord, en el centro de Bruselas, pero poco después dejó el hotel y a partir de ahí ha estado en diversas localizaciones. Uno de los hoteles donde ha despachado es el Husa Park de la capital belga, un cuatro estrellas propiedad de la familia del expresidente del FC Barcelona Joan Gaspart, pero no consta que lo haya también utilizado como residencia.
Si se confirma que Puigdemont ha pasado de residir en hoteles o residencias prestadas a alquilar una casa, supondría un salto significativo. Entrar en la categoría de inquilino podría interpretarse como una indicación de que se plantea una estancia más prolongada en Bélgica.
En todo caso, si en Waterloo buscaba discreción, el objetivo se ha frustrado. La atención mediática rompió ayer el silencio y la tranquilidad habitual de la rue de l’Avocat (calle del Abogado). La inusual presencia de cámaras y periodistas apostados delante del número 34 llevó a los vecinos a llamar a la policía que, poco después, pasaba a inspeccionar la zona. No tardaron mucho en aparecer empleados de la inmobiliaria para colocar cadenas que impidieran el paso a la propiedad.
La alcaldesa de Waterloo, Florence Reuter, declaró a este diario que ningún Puigdemont se había inscrito en el Ayuntamiento, pero que tampoco es preceptivo: “No es obligatorio registrarse. El señor Puigdemont tiene libertad de circulación, aunque en España tenga una orden de arresto. No me corresponde a mí saber dónde está”, dijo. También añadió que ayer los vecinos habían informado a la policía de que habían visto a muchos periodistas y también al expresidente catalán. Información que, según reconocía, le llegaba de segunda mano; muy confirmada en el caso de los periodistas, muy dudosa en el de Puigdemont, al menos por lo que se refiere a ayer.