Los municipios reivindican en un congreso su papel en la educación
Asignamos la educación de los menores casi exclusivamente a la familia y a la escuela, pero si entendemos la educación como una transmisión de valores, existen otros entornos que también educan. Pongamos la libertad. El centro educativo y la familia son espacios reguladores que pueden educar para la libertad pero no en la libertad. La libertad se experimenta en entornos imprevisibles como la ciudad. Con esta argumentación, el experto en estrategias urbanas Josep Centelles reivindicó la idea general del congreso Trobada Estatal de Ciutats Educadores, celebrado el jueves y viernes en Lleida, y que clausuró la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
“Toda la ciudad educa”, expresó Josep Centelles, “las políticas municipales inciden en los espacios, desde el urbanismo hasta el diseño de parques y jardines o el de polideportivos. El ayuntamiento educa de forma inconsciente y la política municipal debería tener más consciencia sobre su papel educador”.
El encuentro, que el próximo año se celebrará en Sevilla, convocó a 250 asistentes y se centró en el papel de la proximidad que ejercen las administraciones locales en la educación en aspectos como la convivencia, la integración y el desarrollo sostenible. El alcalde de Lleida, Àngel Ros, remarcó la importancia de programas específicos municipales con guarderías, enseñanzas artísticas, la infancia en riesgo de exclusión o el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Ros sostuvo que las ciudades son distintas en función de los valores y que la educación es un medio para integrar diferentes colectivos y prevenir los conflictos.
En el encuentro también participó el exalcalde de Barcelona Joan Clos, quien dijo que las ciudades intermedias como Lleida tienen una especial sensibilidad para cuidar los espacios públicos en los que se integra de forma efectiva a la población inmigrante.