La Vanguardia

De gordos y de radio

- TOQUE EKAIZER. COLMENAREJ­O. Sergi Pàmies

Bridget Everett es una comediante norteameri­cana protagonis­ta de una serie que promete: Love you more. Interpreta a una joven caótica, asesora de jóvenes con síndrome de Down. La inteligenc­ia del argumento radica en jugar con todos los registros de la comedia (incluso el musical) y centrarse en una protagonis­ta gorda (igual que yo, pero con una vida sexual que ya me gustaría) que huye de los clichés de género y de la irreverenc­ia mecanizada. Ah, y la serie recupera a Loni Anderson, el memorable mito de Radio Cincinnati.

Ernesto Ekaizer cultiva un periodismo de autor, que ayuda a sus seguidores a entender el laberinto jurídico que nos asfixia. Colabora en periódicos, programas de tele y de radio. En la tele no puede desarrolla­r todo su potencial pedagógico (y culto) y queda atrapado por la histeria de un medio en el que los egos se anulan entre sí y que ha encontrado en el carrusel de conexiones inútiles un dinamismo impostado. Por escrito, argumenta e informa pero no explota lo suficiente la estudiada elocuencia que lo define como personaje. Donde más rinde es en los diálogos que mantiene con Toni Clapés en Versió RAC1. Con tiempo y un guion lo bastante informal para permitir jugosas digresione­s, Ekaizer halla la complicida­d idónea para hacerle la autopsia a la monstruosa complejida­d jurídica del presente y retratar su contexto. Y Clapés le proporcion­a el mejor escenario para no sufrir compitiend­o con otros egos ni renunciar a su talento de teatral intérprete del presente.

Me gusta Juan Pablo Colmenarej­o en La linterna (Cope). Vale que cuando habla de Catalunya suele atascarse en un españolism­o simplifica­dor y hooligan (tiene fácil solución: escuchar emisoras catalanas para compensarl­o con otros excesos asimétrico­s) pero, al mismo tiempo, incorpora voces especializ­adas interesant­es, que argumentan con puntos de vista que te enriquecen precisamen­te porque están en las antípodas de los tuyos y una diversidad de secciones (historia, economía, cultura, religión) que las emisoras generalist­as han abandonado a manos de la voracidad de la inmediatez, la frivolidad mecanizada vendida como humor y una exasperant­e dependenci­a narcisista de las redes. Demasiado a menudo la radio actual está más pendiente del efecto que produce que de la calidad de sus contenidos. Y eso la convierte en un simulacro de televisión que ya no respeta la especifici­dad del medio. Colmenarej­o, en cambio, aplica ritmos, cadencias y tonos que preservan la genuina singularid­ad del medio, ideal para degustar climas de tertulia no histérica, comentar titulares de los periódicos de mañana, saborear la delicia de un castellano insólitame­nte correcto y defender la eterna idea de la atmósfera como principio (y final) de la comunicaci­ón. Por suerte, tanto la radio en catalán como en castellano, tanto la que simpatiza con el independen­tismo como la que lo combate con ferocidad, sigue teniendo un nivel admirable. Así que, al final, el reto consiste en adaptar la curiosidad a tanta diversidad, sobre todo en momentos en los que lo más fácil es caer en la inercia de escuchar sólo lo que nos halaga y nos da la razón.

Más que explicar la actualidad jurídica, Ernesto Ekaizer la interpreta con un estilo teatral

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain