Aprendamos del ‘fair play’
Si quieren ver cómo se resuelven los problemas en el campo y no en las gradas les invito a echar un vistazo a cualquier partido del Seis Naciones de rugby, donde 30 jugadores representan a sus naciones, cantan sus himnos, corren, se esfuerzan, compiten y ganan o pierden, pero siempre dentro de las reglas y respetando el fair play. Ellos son los responsables de ganar o saber perder, como la grada lo es de cantar y confraternizar con el contrario. Cada afición agita sus banderas y sus cánticos respetando y compartiendo con la otra mitad cada jugada de uno u otro equipo, aprendiendo a aplaudir tanto al que gana como al que pierde. Este fair play y respeto al contrario sería interesante trasladarlo hoy en día a otros estamentos.
No diré como cada año que Irlanda es la favorita –cada uno tiene sus colores–, pero la verdad es que tiene un buen XV y con una buena cerveza en la mano diría que parten como favoritos tanto Inglaterra como Irlanda. Aunque no sólo el rugby internacional nos hará vibrar. El rugby en nuestro país está en pleno crecimiento y junto al Seis Naciones les recomiendo también asistir a algún partido de nuestra Liga, que ahora también se puede seguir por televisión.
El rugby español está en su mejor momento y desde que Alfonso Feijoo se puso al frente de la Federación nuestro deporte vive su momento de mayor expansión. Las administraciones están entendiendo los valores de equipo y esfuerzo y cabe destacar el apoyo y presencia del Rey en la final de Copa de hace dos años. Jugamos los Juegos de Río en rugby 7 y el XV del León se está jugando la clasificación para el Mundial de Tokio 2019. Su éxito marcaría un antes y un después. Las leonas, por su parte, ya están entre los 10 mejores equipos femeninos del mundo.
La misma senda sigue el rugby catalán. Al frente de la federación catalana, Ignasi Planas ha llevado su práctica a todas las comarcas y tenemos por delante los centenarios de la Santboiana, el club decano, y de la sección del Barça.