Los herederos del imperio de Ikea
LA MUERTE DE INGVAR KAMPRAD, FUNDADOR DE LA FAMOSA CADENA DE MUEBLES, HA DEJADO EL FUTURO DE LA EMPRESA EN MANOS DE SUS TRES HIJOS, QUE SE HAN COMPROMETIDO A MANTENERLA
La muerte de Ingvar Kamprad, el fundador de Ikea, abre la incógnita sobre quién moverá los hilos a partir de ahora. El mítico empresario falleció el pasado fin de semana a los 91 años, rodeado de su familia y amigos más cercanos. Y ahora, tras una vida ocultos por la sombra de su padre, sus tres hijos tienen la oportunidad de adquirir protagonismo en la dirección de la multinacional sueca.
Peter, de 53 años, Jonas, de 51, y Mathias, de 48, son los tres hijos que Kamprad tuvo con Margaretha, su segunda esposa, fallecida en el 2011. El primero vive en Bélgica y los otros dos, en Londres. Hasta ahora, habían mantenido un perfil bajo, muy reservado, lejos de los focos de los medios. Pero un indicio de que las cosas podrían cambiar lo ofrece la carta que enviaron esta semana a la prensa, comprometiéndose “a hacer todo lo posible para asegurar que los valores esenciales y el concepto único de Ikea sigan manteniéndose en el futuro”.
Se lo deben a su padre, al que reconocen “como uno de los más grandes emprendedores” de la historia y “un fantástico ejemplo” para cada uno de ellos.
Estos días deben cumplir el último deseo del magnate, que quería que sus cenizas fueran esparcidas junto a las de su esposa en Småland, en el sur de Suecia, la bonita región salpicada de lagos y bosques de abedules que le vio nacer.
Con la emoción, es probable que a los hermanos les haya venido a la cabeza aquella noche de 1974 en que esperaban a su padre sentados en el sofá amarillo de su casa. Por aquél entonces, la familia vivía en Dinamarca y ellos no eran más que unos niños de 10, 8 y 5 años. El empresario llegó tarde, hambriento y cansado, tras una jornada de 15 horas de trabajo. Les dio mucha pena verlo así y le prometieron solemnemente que cuando fueran mayores le ayudarían.
A lo largo de su carrera profesional, los tres han asumido distintos cargos de responsabilidad en el complicado entramado de empresas y fundaciones que hoy conforman Ikea.
Se dice que, en un principio, Kamprad había pensado en el mayor, Peter, para sucederle. El joven estudió economía en la prestigiosa Business School de Lausana, en Suiza, y es el que mejor ha encarnado el espíritu frugal y austero de su padre. Ha formado parte del cuadro directivo de la marca en Bélgica y ac- tualmente preside la junta que controla el grupo Ikano, la rama especializada en activos financieros e inmobiliarios, seguros y que también posee algunas de las tiendas de la marca en Asia.
Sin embargo, parece que es Mathias, el pequeño, el mejor dotado para los negocios y a quien Kamprad acabaría dando un papel más preeminente en su plan de sucesión.
Tras una juventud un tanto alborotada, en la que tuvo dos hijos con una mujer mayor que él y de la que luego se divorció, el benjamín de la familia sentó finalmente la cabeza. No tiene estudios universitarios, pero habla cinco idiomas y es el que posee más don de gentes. Puede decirse que se ha formado enteramente en la escuela Ikea y, tras varios cargos de importancia, como la dirección de la cadena en Dinamarca, Kamprad decidió nombrarle presidente de Inter Ikea, la entidad a la que pertenecen la marca y las franquicias. Tras liderar una reorganización importante de los distintos holdings y fundaciones, Mathias dejó el cargo en octubre del 2016.
Jonas, el hermano mediano, es el menos involucrado. Le gusta la música y sabe tocar la batería. Estudió diseño e interiorismo y, de hecho, es autor de algunos de los muebles de la marca, pero nunca ha llegado a ocupar puestos de dirección.
Lo cierto es que, en la actualidad, ninguno de los tres mantiene ningún cargo operativo. Sin embargo, nadie duda de que son ellos quienes, tras la muerte de su padre, tienen la última palabra sobre el negocio. Los tres son propietarios del grupo Ikano y mantienen puestos estratégicos en las juntas de las distintas fundaciones, holdings y grupos que Kamprad construyó hábilmente alrededor de la marca.
Para evitar el alto nivel impositivo sueco, las sedes de dichas sociedades están en otros países como Holanda o Liechtenstein, un aspecto por el que Kamprad
Los hijos del fundador de Ikea cuentan con una fortuna de 1.000 millones de euros cada uno, según ‘Forbes’
es a menudo criticado en su propia tierra.
Con todo, los tres hermanos cuentan ya con una fortuna de casi 1.000 millones de euros cada uno, según las estimaciones de Forbes. En otra liga juega Annika, la hija que Kamprad adoptó junto a su primera esposa y que hace unos años renunció a la propiedad de la empresa. Como sus hermanos, ahora recibirá una parte de los 76 millones de euros que todavía tenía el empresario. Así que dinero, no le faltará.