Con la ayuda de mis fans
Ibelieve in you” (creo en ti). “Ich zähle auf euch!” (cuento contigo). En inglés y en alemán lanzaba un mensaje desesperado a los apasionados de las motos. En sólo 12 días, Dominique Aegerter (27), piloto suizo de Moto2, ha conseguido que 1.241 seguidores creyeran en él y en su proyecto para poder disputar la temporada 2018 de la segunda cilindrada del Mundial de MotoGP. Estos 12 días, desde el 25 de enero, han sido suficientes para recaudar mediante una financiación colectiva o micromecenazgo (crowdfunding) los 200.000 francos suizos (unos 172.000 euros) que necesitaba para completar el presupuesto de su equipo, el Kiefer Racing, y de su preparación física, que realiza en pretemporada en el clima más benigno de Sant Cugat y Algemesí.
Domi, como le llaman sus amigos y rivales, estará en la parrilla de Qatar el 18 de marzo, en la que será su 12.ª temporada en el Mundial. El piloto de Rohrbach se había quedado desahuciado, casi en la calle, durante el invierno, a raíz del fallecimiento por un ataque al corazón, durante el GP de Malasia, en octubre pasado, de Stefan Kiefer (51), el team manager, propietario y valedor del equipo alemán Kiefer Racing. La estructura de Moto2 quedó seriamente tocada, al borde del precipicio. “Desafortunadamente, los dos últimos meses no han sido fáciles para mí y mi carrera parecía que tocaba a su fin. La inesperada muerte de Stefan me consternó mucho. Además, el acuerdo para la venta del equipo a un grupo inversor se rompió en el último momento y la situación se complicó aún más”, explicaba Aegerter.
El Kiefer Racing, dirigido por Jochen, el hermano de Stefan, salvó los muebles sobre la campana. Acordó dar de baja a Sandro Cortese y quedarse con un solo piloto –Aegerter– para rebajar costes, y obtuvo el apoyo de KTM, de patrocinadores y de aficionados para asegurar el presupuesto de la temporada. Un presupuesto pelado, el mínimo imprescindible para poder competir. Pero con lo puesto. Por ello, Domi, uno de los pilotos que no cobra por correr, decidió poner en marcha una plataforma de financiación popular “para cubrir los gastos adicionales” necesarios para competir en mejores condiciones: pruebas aerodinámicas en túnel de viento, días de tests privados, entrenamiento físico y mental en centros deportivos, como el Coach to top de Sant Cugat del Vallès –a Domi se le puede ver entrenando por el Pi d’en Xandri– o en el Circuit de la Ribera de Algemesí... Gastos adicionales que cuantificó en 200.000 francos suizos y que ha podido recaudar con el apoyo de sus fans. Esta cantidad estaría muy
A CAMBIO DE LA AYUDA
El piloto pone a subasta entre sus 1.241 mecenas sus botas, monos, cascos... y su coche, un Honda Type R
El suizo Dominique Aegerter logra en 12 días por financiación colectiva los 172.000 euros que necesitaba para seguir en Moto2
UN MOTIVO PARA CRECER
“El apoyo de los fans significa mucho para mí, me motiva más para superarme”, se anima Domi
lejos del presupuesto medio que precisa un equipo de Moto2, que se estima en unos 2,5 millones por temporada (en MotoGP ronda los 7,5 millones). Cifra que pone en aprietos la continuidad de los equipos y pilotos más modestos. Como fue el caso del murciano Juanfran Guevara, quien, con 22 años, a finales del 2017 anunció que se retiraba de la competición “por motivos económicos, y principalmente personales”. El joven pensaba dedicarse al mundo empresarial.
Aegerter, que daba sus primeras vueltas en moto en un sidecar de motocross delante de su casa y empezó a competir con 5 años, no pensaba tirar la toalla. “La velocidad y la adrenalina nunca me han soltado”, se justificaba para poner en marcha “la campaña de crowdfunding más grande que se ha hecho jamás para un deportista suizo”. Confiado en recibir el apoyo de sus aficionados y los apasionados de las motos en Suiza, a cambio de las aportaciones económicas –a partir de 20 francos suizos (17,20 euros)– Aegerter ha ofrecido a sus mecenas un amplio abanico de regalos, en función del importe, que subastará: monos antiguos del piloto, camisetas, botas, cascos, guantes, un desafío en karting, una cata de vinos, compartir una cena con él, un pase VIP en un gran premio… y hasta su coche particular, un Honda Type R, que ha puesto a la venta. Un vehículo valorado en unos 30.000 euros. Lo que sea por seguir compitiendo en el Mundial de Moto2, donde ya es uno de los pilotos más veteranos. “Con el apoyo de los fans, quiero continuar la historia y la increíble tradición de la moto de competición en Suiza. Lo daré todo. La ayuda de mis fans significa mucho para mí, y me motiva más para superarme”, comentaba Domi. Quizás le de fuerza para reeditar sus mejores días en el Mundial, los quintos puestos que logró en el 2013 y el 2014, sus mejores resultados en 8 temporadas en Moto2. El curso pasado fue 12.º.