Los hermanos Joan y Josep Font, condenados a devolver 580.000 euros a Bon Preu

Bárbara Córdoba, titular del juzgado mercantil 9 de Barcelona, ha condenado a Joan y Josep Font Fabregó –accionistas únicos de Bon Preu– a devolver cada uno a la empresa 580.000 euros cobrados indebidamente. Los dos hermanos están enfrentados, pero ambos conviven en la compañía y tienen establecido que la junta de accionistas apruebe cada año su retribución fija y variable. En el 2013, Joan y Josep pactaron que el primero tendría un extra de 563.000 euros. Pero al año siguiente, el presidente se elevó a sí mismo el bonus y, sin la autorización de la junta, se embolsó 580.000 euros. Josep protestó y, en el 2015, emuló a su hermano y se llevó también 580.000 euros. Poco después, interpuso una demanda social de responsabilidad contra Joan, que le respondió inmediatamente con una demanda reconvencional. La jueza ha sentenciado que “no es admisible que el administrador haga uso de la posibilidad de disponer de la caja social en su propio beneficio (...) pues tal conducta es contraria al deber de lealtad propia del cargo”. La sentencia ve probado que hubo un daño para la empresa y que se infringió el deber de lealtad al no restituir el dinero cuando la retribución no fue aprobada por la junta. Estas mismas razones son las que dan pie a la jueza a condenar a Josep por el mismo motivo que a su hermano Joan. Este último volvió a cobrar sin permiso de la junta 580.000 euros en el 2015, el 2016 y el 2017.