Clamor por una pena mayor para el chófer drogado de la N-340
Las familias de la pareja fallecida ven como una burla los cuatro años de cárcel
Emma y Manel, de 15 y 18 años, fallecieron pocos días antes de la Navidad del 2016 en la N-340, en Amposta (Montsià), tras ser arrollada su motocicleta por un conductor que dio positivo de cocaína. El chófer, según explicaron ayer en el primer día del juicio los testigos, no mostró ningún tipo de dolor ni arrepentimiento tras llevarse por delante la pareja. “Su máxima preocupación era su furgoneta y los regalos que llevaba para sus hijos para Navidad”, declaró uno de los mossos d’esquadra que asistieron al accidente.
La fiscal pide para el acusado, Manuel Vicente Pérez, vecino de Barcelona de 50 años, una pena de cuatro años de prisión por un doble delito de homicidio por imprudencia grave conduciendo bajo los efectos de las drogas, la condena máxima que establece el Código Penal. Las familias de la pareja fallecida consideran una “burla” que esta sea la pena máxima, recordando que el chófer, a su entender autor de un “doble asesinato”, no ha pedido perdón.
Junto a los familiares, cerca de 200 personas se manifestaron ayer a las puertas del juzgado de Tortosa (Baix Ebre) para exigir que se haga justicia y se castigue con mayor dureza al acusado. La actual legislación no lo permite, por lo que se vuelve a poner encima de la mesa la necesidad de modificarla, con un nuevo delito de homicidio por violencia vial, como pedía ayer Stop Accidentes en La Vanguardia, tomando como ejemplo el caso de Marta. A esta joven la sacó de la carretera, en la N-240, en Lleida, un vehículo que circulaba casi al doble de la velocidad máxima en una presunta carrera ilegal.
“El Código Penal establece un máximo de cuatro años, me parece injusto que se pueda reprochar a la fiscal que pida cuatro años, pide el máximo”, dijo Ramón Martínez, abogado de la defensa.
El conductor será interrogado hoy en el segundo y último día del juicio. La estrategia de la defensa, desplegada ya ayer por su letrado, intentar desacreditar el resultado del test de drogas practicado por los Mossos d’Esquadra. Los agentes ratificaron, no obstante, que el acusado mostró síntomas evidentes de ir drogado.
A todos, agentes y testigos, sorprendió e indignó su actitud pasota tras invadir el carril del sentido contrario en la N-340, al hacer un recto en una curva, y chocar frontalmente con la motocicleta de Emma y Manel, que llevaban casco, sin intentar hacer ninguna maniobra evasiva. “¿Has visto lo que has hecho, has matado dos personas?”, le dijo el conductor que circulaba justo detrás, testigo en el juicio. Manuel siguió a lo suyo, hablando por el teléfono móvil.
Las tres acusaciones particulares, ejercidas por las familias, presentarán hoy las peticiones definitivas de pena. No quisieron adelantar nada ayer ante los medios. En sus conclusiones provisionales pidieron, como la fiscal, cuatro años de cárcel por dos delitos de homicidio imprudente y la retirada del permiso de conducir. Una de las acusaciones añadirá además el delito de conducción temeraria por circular a una velocidad excesiva y por el temerario desprecio a la vida, a tenor de la actitud del acusado. La defensa pide la libre absolución. El caso quedará hoy visto para sentencia.
El acusado, en prisión preventiva por seguir conduciendo sin carnet, no ha pedido perdón por lo sucedido