Pesic hace campeón al Barça.
El Barcelona Lassa supera al Real Madrid en una final de Copa muy emocionante y vuelve a ganar un título tres años después
El Barcelona Lassa ganó ayer la Copa del Rey de baloncesto en una emocionante final ante el Real Madrid (90-92). El nuevo entrenador, Svetislav Pesic, ha dado la vuelta a un equipo que había tocado fondo.
El Barcelona vuelve a ser un equipo feliz. Dejó de serlo durante mucho tiempo, pero un vistazo a las caras de los jugadores, ayer en el Gran Canaria Arena, demostró que la llegada de Svetislav Pesic, presentado el pasado 9 de febrero, ha supuesto una liberación para un grupo que había perdido totalmente la fe en sus posibilidades. La reacción catalana se materializó con un título de relieve que llega después de tres temporadas en el dique seco que se han hecho muy largas. Para ganar al Real Madrid, que había encadenado cuatro títulos seguidos en el torneo y un total de catorce triunfos, el Barça recurrió a una magnífica defensa durante treinta minutos y a su calidad ofensiva, pero tampoco se olvidó de la épica, lo que a fin de cuentas aumenta todavía más el valor de lo conseguido. Los blaugrana tenían la final en el bolsillo con el 40-58 del minuto 25 y conservaban una buena parte de esta ventaja con el 70-83 a falta de 3m35s. Pero su rival, rabioso, había llevado el partido al escenario que más le interesaba, un correcalles que despistó a los azulgrana. El colapso –facilitado también por el trío arbitral, que dejó el silbato en el vestuario– fue tan monumental que cuatro tiros libres fallados por Claver y Oriola aún dieron una oportunidad al Madrid para vencer. Causeur erró el triple, pero ni Taylor –que recibió una falta del valenciano– ni Rudy Fernández pudieron anotar. El título (24.º copero) regresa, por fin, a Barcelona.
Antes de ese final trepidante, el equipo catalán había sido muy superior. “Hemos llegado aquí para ganar el título”, comentaron Oriola, cuya aportación de intensidad ha sido decisiva estos días, y el capitán Navarro. “El Barça que todos esperábamos ha vuelto”, había avisado Pablo Laso, entrenador madridista. Después de diez minutos de tanteo, en los que lo mejor fue un espectacular tapón de Hanga a Rudy Fernández para evitar que el 23-13 subiera al marcador, los barcelonistas se recuperaron con un parcial de 0-7. Aunque Ayón volvió a jugar después de tres meses y medio, quien mandó bajo los aros fue Tomic, a menudo muy inspirado cuando se enfrenta a su exequipo. El croata ya tenía 12 puntos y 4 rebotes con el 29-32, una ventaja que todavía se amplió un poco más en el descanso (34-40) porque también Ribas (10 p) lo hacía todo bien. Pero al igual que en los días anteriores, sería injusto focalizar el éxito en individualidades porque todos los que estuvieron en el pabellón canario (incluidos Koponen y Navarro) contribuyeron: Moerman fue el máximo reboteador del partido, Hanga hizo el tapón de la noche, Claver peleó en todos los rincones, Sanders, pese a algunas tonterías, fue abrazado por sus compañeros cuando logró el 82-89 con un gancho a tablero en presencia de Thompkins,y Heurtel, aunque perdió cinco balones, dio mucho juego y fue nombrado MVP del torneo.
“Hay que salir muy duros en el tercer cuarto”, avisó Hanga. Dicho y hecho. La final se decidió en buena medida en esa fase, en la que la superioridad barcelonista en los rebotes (23-39 al final) fue insultante. Laso apostó por un equipo muy bajo (Doncic, que solo hizo una canasta, de 4), pero la
ventaja catalana siguió aumentando hasta el 40-58 y solamente algunas pérdidas de balón absurdas y las faltas personales hacían presagiar los problemas que llegaron más tarde.
Dispuesto a morir con las botas puestas, como el legendario Errol Flynn, el Madrid jugó los diez minutos finales, donde hizo 38 puntos, a cara o cruz y se quedó a un paso de la cara. Entre Thompkins (5/5) y Carroll (4/7) lograron siete triples muy seguidos que sembraron dudas en los azulgrana. La defensa madridista, además, presionaba por toda la pista y aunque hacía muchas faltas, no todas fueron sancionadas por los colegiados. El Barça no leyó bien lo que tenía que hacer e incluso optó por ataques muy largos y dejar que el crono avanzara, lo que siempre es una pésima táctica.
Sin embargo, resistió, que es lo más importante, y consiguió un trofeo de gran valor, el primero tras la Liga del 2014.
EL ANÁLISIS Pese a la reacción final madridista, el trofeo lo ganó el equipo que llegó con más hambre de títulos
HEURTEL, MVP El francés fue designado mejor jugador de la Copa, aunque ayer sobresalieron Ribas y Tomic
TRIUNFO DE GRAN VALOR La Copa de Gran Canaria es el primer éxito de relieve de los barcelonistas tras la Liga del 2014