Unipost fracasa en la búsqueda de socio y entrará hoy en liquidación
La compañía, en concurso de acreedores desde julio, afronta un cierre ordenado
Unipost, operador postal propiedad de una rama de la familia Raventós, se ve abocada a la liquidación y al cierre ordenado. Hoy acaba el plazo que dio a la empresa Raúl García Orejudo, titular del juzgado mercantil 7 de Barcelona, para que presentara una oferta seria por la unidad productiva de la compañía, en concurso de acreedores desde el pasado julio. Y, pese al duro ajuste realizado y los contactos con multitud de fondos nacionales e internacionales, la dirección de la compañía no tiene nada.
En estas circunstancias, la única alternativa es ya el cese del negocio. La empresa, tal como dejó claro el informe del despacho de abogados Jausas –que ejerce la administración concursal– presentado a principios de diciembre del año pasado, no es viable. Este análisis, junto con las tensiones de tesorería constantes y el deterioro de la situación, es lo que motivó que Jausas pidiera al juez que abriera la fase de liquidación el pasado 15 de diciembre. Sin embargo, el juez, tras atender las alegaciones de la dirección de la empresa, le dio una última oportunidad el pasado 11 de enero: Unipost obtuvo entonces un plazo extraordinario de 40 días para encontrar un salvador.
Pero no ha sido posible. Pese a las promesas a los trabajadores de Pablo Raventós, consejero delegado, en las últimas semanas, la dura realidad ha acabado imponiéndose. No ha aparecido ningún comprador con un plan de viabilidad creíble y los recursos necesarios para acometerlo.
Ahora, el juez deberá tomar una decisión que diversas fuentes consultadas aseguran que sólo puede ser una: declarar la empresa en liquidación para vender todos los activos y hacer frente así a unas deudas que, en el momento de la presentación del concurso, superan los 50 millones de euros. La cifra se verá incrementada por las indemnizaciones a los trabajadores y los gastos derivados de la liquidación.
La idea es proceder a un cierre ordenado, liquidando los contratos de los clientes de forma coordinada y cerrando los centros en cuanto se vayan quedando sin actividad. Es un proceso que está perfectamente preparado. De hecho, a finales de enero, se activó la segunda fase del expediente de regulación de empleo (ERE) para 361 trabajadores y se clausuraron 24 centros en toda España. Estas últimas acciones se sumaron a los 442 trabajadores afectados previamente, que ya se han desvinculado de Unipost desde principios de año. Fundada en el 2001 por la fusión de tres pequeñas compañías de mensajería, Unipost es el primer operador postal privado. La competencia con Correos y algunos errores en la gestión han precipitado su final, que llega tras siete años en pérdidas y un desplome en la facturación.
Fundada en el 2001, la compañía dirigida por Pablo Raventós lleva siete años en pérdidas y con ventas en picado